La central, que volvió a entrar en red este lunes 9 de julio, contó en el turno de noche con nuevos empleados, "más baratos para la empresa mientras mis compañeros están en el paro".
El conflicto entre los trabajadores de Masa Galicia, principal subcontrata de la central y la térmica, propiedad de Gas Natural Fenosa y Endesa, va para largo. Este martes, los representantes de los trabajadores han mantenido una reunión con el presidente del Consejo Comarcal, Gerardo Courel.
Courel pide que se cumpla el plan de cierre fijado que contemplaba un funcionamiento de 17.500 horas o el cierre en 2023. "Siempre exigiremos una transición justa para los trabajadores, las empresas y los territorios, gobierne quien gobierne", ha dicho.
Por su parte, Crespo, ha puesto en tela de juicio el dictámen de la Comisión del Mercado de Valores. En él, dicho órgano ha expresado no oponerse al cierre de la térmica. "Gas Natural alegó ante la Comisión no poder cubrir los costes para justificar los despidos", ha explicado Crespo. No obstante, observa, "el precio de la electricidad ha estado por encima del habitual desde febrero y no han puesto la térmica a funcionar". "La Comisión no ha fiscalizado las pérdidas ni se ha preocupado de si eran ciertas o no".