La pandemia del COVID en el año 2020 supuso que la formación especializada en salud y servios sociales fuera garantía de empleo en Castilla y León, ya que la tasa de desempleo de este colectivo fue muy baja el año pasado en la Comunidad, al situarse en el cuatro por ciento, frente al 6,7 por ciento de 2019. Le siguió, con una tasa del 4,8 por ciento, los profesionales formados en ciencias naturales, química, física y matemáticas, y, con un 6,8 por ciento, los formados en TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), según las variables de la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente a 2020, del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidas por Ical.
En el extremo opuesto, se situaron los expertos en artes, humanidades y lenguas (con una tasa de desempleo del 19,6 por ciento); servicios (13,9 por ciento frente al 9,3 por ciento en 2019, por el efecto de la pandemia y el cierre de comercios y establecimientos de hostelería); ciencias sociuales, periodismo y documentación (12 por ciento); negocios, administración y derecho (11,9 por ciento) y agricultura y ganadería (11,6 por ciento, después de registrar la tasa más baja en 2019, con el 1,3 por ciento).
Los formados en mecánica, electrónica y otra formación técnica, industria y construcción registraron una tasa de desempleo prácticamente igual a 2019, con un 9,7 por ciento. Lo mismo ocurrió con la rama de formación general, formación básica de adultos y habilidades personales, que se mantuvo en el 14,3 por ciento. Por el contratio, casi se duplicó entre los especialistas en educación, al pasar del 4,8 al nueve por ciento.
En términos globales, la tasa de desempleo se situó en Castilla y León en el 12 por ciento, cuatro décimas más que en 2019. Más de la mitad de los parados contabilizados (en concreto, el 54,3 por ciento) el año pasado tenía formación general.
1.900 parados más
Castilla y León registró el año pasado, 132.300 parados, según esta estadística, lo que supuso 1.900 más que los registrados en 2019. De ellos, la mayor parte, 71.900 estaban enmarcados en el grupo de formación general, básica y habilidades personales. Las personas con formación general básica y habilidades personales, registraron una tasa de desempleo del 57,4 por ciento frente al 54,3 por ciento del año anterior.
A este grupo le siguieron los formados en negocios, administración y derecho, con 17.000; y los expertos en mecánica, electrónica, industria y construcción, con 12.500. Además, había 6.900 parados formados humanidades y lenguas; 5.300 en educación; 5.000 en servicios; 3.800 en salud y servicios sociales; 2.800 en ciencias sociales, periodismo y documentación; 2.400 en agricultura, ganadería, pesca y veterinaria; 2.000 en TIC y 1.300 en ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas.
El colectivo de personas con formación general básica y habilidades personales agrupaba al mayor número de ocupados de la Comunidad, con 428.200 efectivos, de los 964.700 totales del mercado laboral de Castilla y León.
En datos absolutos, 125.500 trabajadores estaban especializados negocios, administración y derecho y otros 115.700 en mecánica, electrónica, industria o construcción. Asimismo, había 89.000 formados en salud y servicios sociales (casi 10.000 más que en 2019); y 52.700 en educación (9.100 menos que el año anterior). En servicios, había 31.000 empleados (6.800 menos que en 2019); 28.100 en artes, humanidades y lenguas; 24.700 en ciencias naturales, físicas y química; 20.400 en ciencias sociales, periodismo y documentación y 18.100 en agricultura, ganadería, pesca y veterinaria.