Pizarro traslada que “es necesario dar de cada uno lo mejor que se tiene y aguantar ante esta situación, pero eso no significa que éste sea una sector diferenciado”. Las instalaciones siguen abiertas para atender a los servicios de emergencia y aquellos ciudadanos que puedan desplazarse con acreditación, por lo que “el coste es el mismo, pero las ventas no existen”.
Esta apertura “supone para el sector un desgaste económico muy importante al otorgar un servicio por el que se percibe muy poco por la inexistencia de tráfico”, aspecto del que señala que “se alegran porque la ciudadanía debe quedarse en casa”, pero las cargas y los costes de las estaciones de servicio “siguen ahí y son ordinarias”, subraya. Razón por la que sería “razonable” establecer una serie de servicios mínimos, por parte del Gobierno, para que las instalaciones que “no venden nada puedan quedar de reserva y así evitar que las plantillas puedan infectarse y se produzca el cierre y desabastecimiento de ciertas zonas”.
El vicepresidente de Avecal recalca que el sector “está al servicio de todos, sin percibir ingresos", pero dicen "estar encantados de que no se mueva nadie”. Asimismo, apunta la importancia de los servicios mínimos y la configuración de diversas rutas para establecer la apertura de instalaciones y estaciones de servicio necesarias en cada punto. Siempre enfocado en el mantenimiento de la salud de los empleados y poder garantizar la prestación en los futuros días durante la crisis del coronavirus, explica. A mayores, dicha medida establecería “un mayor control de los desplazamientos”, evitando así movimientos innecesarios y no justificados.
Disponibilidad y precios
En relación a las críticas de camioneros y otros profesionales que circulan por carretera durante el estado de alarma, Pizarro asegura que “no sabe de ningún problema, ya que las estaciones de servicio están realizando un esfuerzo evidente para atender a todo el mundo” quien añade que “puede ocurrir que un transportista quiera hacer uso a las seis de la mañana y la estación de servicio esté cerrada”.
No obstante, puntualiza que se han puesto en contacto con algunas asociaciones de transporte tras llegar ciertas quejas, donde lo que en un momento fue una “situación de descontento se ha transformado en aspectos puntuales en los que la instalación estaba cerrada”. Deja claro que “quieren dar y prestar en todo momento su servicio y cercanía a los usuarios, ya que, con toda la humildad, si hay un sector que lleva en el apellido servicio es el de las estaciones de servicio”. Añade que en ellas los conductores pueden “aparcar, entrar al baño o hacer uso del aire de manera gratuita sin que nadie ponga una pega”, apostilla.
Respecto a las diferencias en los precios de los combustibles, el vicepresidente de Avecal detalla que dicha diversidad se produce en “un mercado libre”, dado que cada estación decide lo que debe hacer. Reconoce que “antes había cierto malestar por poseer precios estándares, pero, actualmente, en cada caso se marcan los precios acorde a diversas características”. Y es que, todos los combustibles “no son iguales”, con productos aditivados a partir de una tecnología y un I+D, mientras que otros, aunque son aptos para su uso, no tienen dichas mejoras.
Motivos que argumentan diferencias en el precio, todo ello “basado en la eficiencia del propio combustible y la investigación que lleva consigo para obtener mejores prestaciones del mismo”. Además, se suma el lugar y los servicios que posibilitan al cliente. “No es lo mismo una instalación desatendida, sin agua y aire, que no posee tienda o aseos, a diferencia de todas aquellas con personal y con una asistencia en todos los sentidos a la hora de repostar”. “Todo tiene un coste”, asevera Rafael Pizarro.