La promoción del Preu del curso 67-68 del Gil y Carrasco disfrutó de una excursión de once días por Andalucía
Hace 50 años el Instituto Gil y Carrasco acababa de estrenar el edificio en el que se asienta actualmente sin el añadido de los soportales, la Plaza del Ayuntamiento tenía un jardín elevado, las clases eran fundamentalmente expositivas y todos los alumnos con aspiraciones de comenzar estudios universitarios pasaban obligatoriamente por este centro académico en la comarca. La promoción que en el curso 1967-68 hizo el Preu (el Curso Preuniversitario, luego sustituido por el COU -Curso de Orientación Universitario-, el actual 2º de Bachillerato) se reunió hace 25 años para celebrar las bodas de plata. Y este sábado alrededor de la mitad del centenar de aquellos estudiantes hacen lo propio cuando se cumplen las bodas de oro.
Hace 50 años no había Internet ni telefonía móvil, una herramienta que ha facilitado la tarea de localizar hasta al 80% de una promoción que se dispersó por distintos puntos de España y entre las que se cuentan profesores, catedráticos de instituto y de universidad, médicos, ingenieros o periodistas. Hasta 50 de ellos se encuentran este sábado reunidos para celebrar un sencillo acto de recuerdo con proyección de antiguas fotografías en el centro, visita a Templum Libri, comida y paso por El Bodegón, el mítico establecimiento que de aquella servía de escenario para los bailes en los que se recaudaba el dinero necesario para costear una excursión de once días a Andalucía, todo un lujo para la época.
Las chicas eran la excepción en las clases de Ciencias de la mañana, así como lo eran los chicos en las de Letras de la tarde. Había alumnos que procedían del propio Gil y Carrasco, donde esta promoción cursó hasta la reválida de 4º de Bachillerato en el viejo edificio y estrenó el nuevo en 5º. Otros procedían de colegios ya asentados en Ponferrada como las Alemanas, las Concepcionistas y San Ignacio, así como de centros de otros puntos de la comarca y su entorno o del Seminario.
"El Preu sólo se podía cursar aquí", remarca una de las alumnas de aquella promoción, Carmen Rajo, que ejerció como profesora de instituto en varios centros. "La enseñanza entonces era fundamentalmente expositiva; algunos profesores daban más pie a intervenir, pero era diferente a la educación actual", advierte en el comienzo de una jornada en la que se agolparán los recuerdos, algunos ya compartidos durante las últimas semanas en un grupo de WhatsApp, otra herramienta que habría sonado a ciencia ficción hace 50 años.
Visita de la promoción a Templum Libri este sábado