Los ecologistas confían en que el juicio contra Victorino Alonso marque “un antes y un después” en el ámbito de la protección de la naturaleza

El exeurodiputado David Hammerstein, que representa a la acusación particular, critica la “impunidad” con la que se explotó el cielo abierto de 'El Feixolín'

09 de Abril de 2019
Actualizado: 10 de Abril de 2019 a las 13:26
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C. Campillo / ICAL Los tres acusados, durante la primera sesión en la Audiencia Provincial de León

 

El exeurodiputado ecologista David Hammerstein confió en que el proceso que el pasado lunes arrancó en la Audiencia de León, en el que se juzga, entre otros, al empresario minero Victorino Alonso por la explotación a cielo abierto de 'El Feixolín', marque “un antes y un después” en cuanto a la defensa de la naturaleza. “Queremos que se siente un precedente en protección de la naturaleza y que se cumplan las leyes ambientales en este país”, explicó Hammerstein, que representa a la acusación particular, antes del inicio de la segunda jornada del juicio.

En ese sentido, el exeurodiputado recalcó que este proceso juzga “el atentado más grande contra las montañas protegidas por España y la Unión Europea” y criticó la “impunidad” con la que la explotación funcionó durante 15 años “de manera ilegal” en un territorio habitado por especies protegidas como el oso pardo o el urogallo. Igualmente, Hammerstein lamentó el “fracaso de la Justicia” en un proceso que se ha alargado durante 18 años. “Cuando la Justicia es tan larga, no es justicia”, afirmó.

Al respecto, el representante de la acusación particular aseguró que el proceso se enmarca en la “defensa del bien común”. “Esto no es un caso contra un señor”, afirmó en referencia al empresario minero, principal acusado en la causa. En la misma línea, Hammerstein abogó por “hacer compatible la protección de la naturaleza con la producción de energía”.

“Conciencia tranquila”

Por su parte, el exalcalde de Villablino, Guillermo Murias, se mostró “satisfecho” por su declaración de ayer, en la que, aseguró, pudo explicar “el por qué de las actuaciones del Ayuntamiento y la Alcaldía” en este caso. “Hicimos no lo que nos gustaría, sino lo que podíamos hacer”, afirmó Murias, que apeló a su “responsabilidad” como alcalde en el momento en que sucedieron los hechos.

Al respecto, el exregidor criticó que ni Junta ni Ministerio ofreciesen una salida a la situación, sino que pasaron la “patata caliente” al Ayuntamiento. “Siempre me manifesté en contra de los cielos abiertos”, defendió Murias, que se mostró esperanzado de que el juicio se resuelva con su absolución y aseguró tener “la conciencia tranquila”.

Primera jornada

En la jornada de ayer, Victorino Alonso aseguró ante el juez que la explotación contaba con “todos los permisos” y supervisión de las administraciones y consideró que el responsable directo de la explotación, su director facultativo, Luis Angulo, era la persona indicada para dar las explicaciones a la Sala. Además, el empresario minero matizó que “cuando se inició la explotación no existían figuras de protección sobre la zona”, de manera que “cuando aparecieron, la legislación era para las futuras, no para las que estaban en marcha”.

El proceso trata de dilucidar la responsabilidad de Alonso, así como del apoderado de Coto Minero del Cantábrico (CMC), José Tascón, y el exalcalde de Villablino, Guillermo Murias, sobre la explotación de ‘El Feixolín’, los dos primeros por un delito continuado contra el medio ambiente por el desarrollo de la actividad minera en un paraje protegido y el tercero, por un delito de prevaricación urbanística. Por estos delitos, el fiscal solicita ocho años de prisión para los dos representantes de CMC y 15 meses de cárcel para el exregidor lacianiego.