Los economistas urgen a las administraciones a invertir para que la banda ancha llegue a los pueblos para frenar la despoblación

El Observatorio de Economía Digital refleja la "brecha" entre el territorio urbano y el medio rural en cuanto a conectividad y recomienda formar y "concienciar" a los habitantes en las TIC

19 de Febrero de 2019
Actualizado: 20 de Febrero de 2019 a las 17:12
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banda ancha rural el bierzo 2019 635
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El decano y presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, consideró este martes “imprescindible” que las administraciones públicas inviertan para facilitar la llegada de internet de alta velocidad en las zonas rurales y así frenar la despoblación en Castilla y León, ya que facilitaría la puesta en marcha de nuevos proyectos emprendedores, la creación de empresas y el mantenimiento y el crecimiento de las pymes ya existentes. “Es muy muy importante y hay que poner el dinero sí o sí, quien sea, pero hay que ponerlo. Si no lo pone el Estado lo tendrá que poner la Comunidad”, sentenció durante la presentación del segundo Observatorio regional de Economía Digital.

De Margarida señaló que en una comunidad como Castilla y León, donde el 95 por ciento es rural, el acceso a internet es una “condición imprescindible” para el desarrollo de los pueblos y la lucha contra la despoblación. A su juicio, es “básico” solventar los problemas de conexión para contar con un medio rural “próspero” y “pujante” económicamente. Y eso pasa por una “apuesta clara y decisiva” de las administraciones para “liderar” la implantación de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en el territorio rural al mismo nivel que en el ámbito urbano. “Hay que posicionarse de forma contundente y poner dinero sobre la mesa, sin perder más tiempo porque sin banda ancha no hay futuro”, sentenció.

Abogó por adoptar medidas urgentes para contrarrestar el impacto negativo de la pérdida de población en la Comunidad, que acumula un cuatro por ciento en los años de la crisis y que prevé elevarse hasta el 16 por ciento hasta 2033, con 326.000 habitantes menos. Reconoció que la baja densidad de población no hace rentable la inversión en infraestructuras de banda ancha de los operadores privados.

No en vano, el Observatorio constata que hay una “enorme brecha” entre empresas y pymes en aspectos tan básico como la conexión a internet, con una diferencia del 32 por ciento. “Hay que pensar en poder crear y ser conscientes que todo tiende hacia la conectividad, sobre todo de cara a las próximas generaciones”, opinó el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid. De Margarida citó la oportunidad que se abre a los vecinos de los pueblos para aprovechar la alta velocidad que llegará a las zonas rurales con el proyecto de escuelas conectadas, que tiene como objetivo que los estudiantes de todos los centros naveguen por la red con un banda ancha.

Además, reconoció que el desarrollo del medio rural no pasa solo por facilitar el acceso a la banda ancha sino que es necesario formar y “mentalizar” a la población del medio rural en el uso de las nuevas tecnologías. “Hay que hacer comprender a los habitantes de los pueblos que internet no es una barrera mientras que los agricultores y ganaderos deben ser conscientes de las oportunidades de negocio que se abren por la riqueza del sector agroalimentario porque la tierra no se puede deslocalizar”, significó.

Juan Carlos de Margarida calculó las 50.000 empresas que se pueden crear paralelas y más eficientes si están digitalizadas y conectadas a la red. No en vano, los profesionales del campo pueden producir y transformar sus alimentos para que lleguen al consumidor final en cualquier parte del mundo. “Sin banda ancha, las empresas no pueden competir”, aseveró.

El decano y presidente del Colegio de Economistas de Valladolid afirmó que los vecinos del medio rural están desmotivados con las nuevas tecnologías al comprobar que la conectividad no lllega a sus municipios, lo que provoca que, al final, pierdan interés. “Hay que hacer una digitalización a través del esfuerzo conjunto de administraciones, empresas y ciudadanos”, planteó.

Margen de crecimiento

El Observatorio de Economía Digital concluye que la economía digital representa el 4,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León, aunque sólo se está capturando un 9 por ciento del potencial digital. Teniendo en cuenta la correlación entre el PIB per cápita y el nivel de digitalización de la región, la digitalización podría tener un impacto de hasta el 2,1 por ciento anual en el PIB hasta 2030. “Hablamos de mucho dinero y de mucha creación de riqueza porque hay un margen de crecimiento enorme pero hay que poner los medios”, expresó De Margarida.

También se refirió a la ralentización en los avances de productividad de las empresas de Castilla y León, fundamentalmente pymes de menos de 10 trabajadores, que han “defendido” su competitividad gracias a la moderación salarial. El presidente de los economistas de Valaldolid advirtió que esa situación no se puede mantener y obligará a las empresas que quieran subsistir a trabajar para superar la ralentización de los procesos de innovación y de las nuevas tecnologías y el desajuste de las capacidades de los empleados en relación con las realidades técnicas y productivas del mercado.

El informe constata que el 51 por ciento de las actividades actuales que se llevan en la Comunidad son potencialmente automatizables con tecnología ya existente, si bien el grado de automatización depende de factores técnicos, económicos y sociales. Sin embargo, sólo un 3 por ciento de las pymes de la región cuenta con algún trabajador con conocimientos en TICs. Y eso tiene su reflejo en que las microempresas de la región apenas son visibles en la red, algo que contrasta con el incremento de las compras ‘online’ -entre 51 y 100 euros- por parte de los castellanos y leoneses.