Sobra decir que el sector hostelero ha sido uno de los más perjudicados por la crisis económica derivada del COVID19, tanto por los dos meses 'en blanco' sufridos a causa del cierre obligatorio por la cuarentena, como por las medidas que han tenido que implementar para la reapertura desde la Fase 1 con la correspondiente reducción de aforo.
La entrada en la Fase 3 incluía en un principio la posibilidad de volver a consumir en las barras y la reapertura de los locales de ocio nocturno, medidas que al final han sido descartadas por la Junta de Castilla y León (institución encargada de gestionar todos los ámbitos de aquí en adelante). Aunque la prohibición de consumir en las barras pueda parecer algo negativo,varios hosteleros de Ponferrada se han mostrado de acuerdo "en cierto modo" con esta medida por diversos motivos.
Uno de ellos es que han ampliado el número de mesas en el interior de los locales 'pegados' a las barras, "lo que nos ofrece más aforo en el interior que si tuviésemos que establecer la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas en la barra, cumpliendo igualmente con dicha distancia entre mesas".
Por otro lado, los propietarios de los bares destacan que "aún hay clientes reacios a consumir dentro del local. A pesar del peor tiempo la semana pasada, la gente sigue sintiéndose más segura al aire libre, por lo que no sabemos si ofreciendo servicio en barra aumentaría la clientela".
En cuanto al balance desde la reapertura de los negocios con la entrada en Fase 1 el pasado 18 de mayo, hace casi un mes, los propietarios aseguran que "poco a poco vamos retomando el pulso, las terrazas suelen completarse gracias a que hemos podido ampliar el número de mesas, y, quitando los días de peor tiempo, no podemos quejarnos después de los dos meses de cierre". A pesar de ello, tanto bares como restaurantes siguen ansiando la 'nueva normalidad'.
