La concentración de protesta, cuyo objetivo es cortar el paso de los camiones cargados con carbón de importación con destino a la central, se repetirá en el día de mañana para insistir en el “desbloqueo de la situación para salvar los contratos de Uminsa”. “No queremos que se extingan”, explicó el presidente del comité de empresa, que recordó que HBG ya se vio obligada a rescindir los contratos de sus empleados.
La administración concursal de la empresa, que desde enero no ha podido suministrar carbón a las empresas eléctricas, mantuvo contactos en las últimas semanas con responsables de Endesa, propietaria de la central térmica berciana, sin que hayan cristalizado todavía en un acuerdo. “Hay muy buenas palabras pero queremos hechos”, insistió Díez, que recordó que la eléctrica “cortó el grifo” a las empresas mineras en el mes de junio. “Si nos echan , ya no podremos reivindicar nada”, lamentó Díez.
Por su parte, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Germán Barrios, defendió en Ponferrada el papel “estratégico” del sector del carbón para “estabilizar precios” en momentos en los que la generación eléctrica atraviese dificultades, como el reciente parón nuclear francés.
Barrios reclamó que el sector no tenga que devolver las ayudas recibidas desde 2011. “Queremos un futuro para el carbón y para las cuencas mineras”, aseguró el presidente del CES.