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Vuelo de dron sobre el rastro del fuego que arrasó la Tebaida (CLIC)
El incendio en la Tebaida no sólo arrasó 1.200 hectáreas de gran valor ecológico. A medida que las llamas consumían terreno en el Valle del Oza, los promotores de iniciativas turísticas en esta zona veían en la amenaza del fuego la amenaza también del futuro económico de pueblos como Montes de Valdueza o Peñalba de Santiago.
Ahora que el fuego ha dejado el rastro de un paisaje de ceniza, de suelo quemado y tierra herida, los propietarios de negocios de turismo rural, restaurantes y cantinas afrontan el "después" con una forzada resignación. "De nada sirve ya quejarse" apunta Desiderio Rodríguez, de Aromas del Oza.
Todavía tiene muy presente las horas, días, del incendio al que asistió "impotente al ver el avance del fuego, que fue colosal", y ayudando en lo que pudo al dispositivo desplegado. "Sin poder salir de Peñalba y rezando porque el fuego no se metiera en el Valle del Silencio" que ha resistido como un oasis verde al que se llega tras pasar por kilómetros de carretera que ascienden curiosamente al infierno. Del verde místico de la Tebaida, a la sombra de la montaña negra.
Rodríguez tiene claro que "sólo toca trabajar y seguir al pie del negocio" aunque entiende que después del turista "de calamidades" que en estas fechas se acercará a contemplar el rastro del horror ambiental, tocará esperar a que "la naturaleza haga su trabajo" y se cubra de verde al menos lo que ahora aparece literalmente de luto.
Como un pulso contra la adversidad también el conocido 'Paco, el de la Cantina de Peñalba', que este miércoles sigue trabajando en su negocio hostelero esperando a los turistas y al puente de mayo para comprobar cómo se hará sentir los efectos de las llamas que han quemado parte del paisaje en la cuenta de este restaurante familiar. Tiene claro que espera un verano y un otoño complicados, pero también apuesta por la naturaleza y sus tiempos. Sólo pide a las administraciones "un plan de gestión del montes serio" que contemple la repoblación con especies autóctonas (encino, roble, castaño, brezo...) y la dotación de más pistas, cortafuegos y depósitos de agua para que los helicópteros tengan cerca su recarga -en la actualidad sólo existe uno en todo el paraje-. De hecho apunta que la pista hacia San Cristóbal, con el paso de los vehículos pesados del contingente antiincendios, ha quedado en malas condiciones.
En Montes de Valdueza, desde la Cantina, también intentan quedarse con la imagen de un Ave Fénix, que resucita de la ceniza, claro que en este pueblo el impacto visual del fuego ha sido mucho mayor.
Fotos del Valle del Oza
Fotos de Montes de Valdueza
Fotos de Peñalba de Santiago
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