Vuelven los madrugones y otra vez, a los padres les toca rascarse el bolsillo en una nueva cuesta que toma el relevo a la de enero  con la 'vuelta al cole'. En los últimos años y como consecuencia de la crisis, muchas familias tienen que ingeniárselas, sobre todo, en este periodo, para que las cuentas salgan positivas a final de mes.

Este martes, los niños del Bierzo de Infantil y Primaria regresan a las aulas con el gasto que ello conlleva para los padres. El desembolso general por niño se sitúa entre los 300 y 600 euros en los públicos. Una cantidad que a la gran mayoría de los padres les ha generado un auténtico quebradero de cabeza. Y es que, solamente en libros de texto, el gasto ronda los 200 euros por niño.

Marta Álvarez, madre de dos niñas que estudian en el colegio Peñalba, aseguraban a las puertas del centro en este primer día  que para los libros “en una me he gastado 105 y en la otra 290 euros”. Situación parecida la de Natalia Fernández, que se ha tenido que gastar para su hijo “205 euros”. Por su parte, Dariosa Goçalves ha desembolsado “350 euros para el más pequeño”. Pero otros muchos, tienen la suerte de poder heredar los libros, siempre y cuando valgan de un año para otro, un problema añadido que empeora aún más la situación actual. Sonia González es una de esas madres que ha podido “heredar 4 libros del mayor para el pequeño, con lo cual, me ahorré sobre unos 120 euros”. En total para su hijo, estudiante de Primaria, se ha gastado 130 euros”.

En cuanto a material escolar, el gasto no es tan elevado pero también hay críticas por el aumento que han experimentado muchos artículos. El gasto medio que prevén las familias en este nuevo desembarco escolar es de unos 70 euros.

Y qué decir de la ropa y el calzado, otra necesidad que hace que las cuentas tengan que cuadrar sí o sí y que agudiza el ingenio en busca de lo más rentable.
Por ejemplo, Sonia González apuesta por “esperar a las rebajas para que el gasto sea más llevadero. De momento, la ropa del año pasado le vale y a medida que avance el curso, irá necesitando nuevas cosas”. Calcula que el gasto para ropa y calzado en su hijo será de “más de 100 euros”.

Dariosa Goçalves ya se muestra preocupada y apunta que “en invierno, te puedes llegar a gastar hasta 300 euros en la ropa de un niño”. Sobre unos 250 y 200 euros también ronda la cifra que tienen en mente gastarse madres como Begoña Sánchez o Natalia Fernández en ropa y calzado para este curso 2013-2014.

En verano y sin trabajo, sobran manos para cuidar a los más pequeños

La falta de empleo es el mayor problema al que se enfrentan los padres. Pero como consecuencia de esta carencia, la época estival ha sido “más llevadera”, apunta Sonia González. No obstante, reconoce que “ya tenía ganas de la rutina diaria porque así puedo dedicar más tiempo a buscar un trabajo”. Asimismo, Dariosa Goçalves comparte la opinión de esta madre anterior. “Te da la libertad de poder tener más tiempo para buscar un trabajo”.

En buena parte, este verano han sido los propios padres quienes se han podido encargar de cuidar a sus pequeños debido a que no tienen trabajo, como es el caso de Dariosa, Marta o Sonia. Por el contrario, Natalia tuvo que echar mano “de los tíos porque no tienen abuelos” y puntualiza que “también hemos tenido que cambiar los turnos en la pareja para poder cuidarlos”.

Para los padres en general, la vuelta al cole “libera bastante y al niño también”, según Marta Álvarez y Begoña Sánchez. Y aunque a algunos se les haga difícil dejarlos en clase después de haber pasado un verano sin que se despegaran de su lado, Natalia Fernández opina que es un alivio “por un lado sí y por otro no”.

De este modo, el gasto medio con todo lo necesario para la vuelta al cole de los hijos es de entre 500 y 650 euros. Cantidad que se contrasta con la liberación que supone el regreso a las aulas y el tener algunos ratos libres para la búsqueda de empleo, ya que muchas de las familias sólo cuentan con los ingresos de un progenitor.

Es más, muchos han tildado el gasto escolar de este año como “abismal”, teniendo en cuenta otros gastos como el alquiler o las facturas, eso sin contar el gasto diario en comida y otras necesidades que van surgiendo día tras día.