Las intensas bajadas de temperaturas del fin de semana fueron las culpables del siniestro en el estadio del Toralín, que afectó a las aulas destinadas a formación propiedad del Ayuntamiento en los bajos del estadio, concretamente en los locales 10, 11, 12 y 20.
El siniestro se produjo como consecuencia del reventón de las tuberías que se encuentran sobre estos locales y por este motivo a través de las placas del falso techo cayó agua sobre varios equipos informáticos (monitores, teclados, impresoras, ratones, CPUs) que se encontraban en las aulas afectadas. Además, el agua también causó desperfectos en el suelo, las puertas y los acumuladores de calefacción.