Los trabajos de campo del censo genético de oso pardo cantábrico evidencian presencia de la especie en León, Zamora, Burgos y Palencia

En Castilla y León se han recogido 914 muestras (620 excrementos y 294 de pelo) en las 730.000 hectáreas muestreadas

27 de Enero de 2021
Actualizado: 30 de Enero de 2021 a las 11:04
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oso pardo
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Los trabajos de campo del primer censo genético nacional de oso pardo cantábrico han evidenciado, a priori, indicio de la presencia de oso pardo en todas ellas, incluidas Zamora y Burgos, lo que resulta de gran interés. El grupo de trabajo de oso pardo cantábrico, compuesto por las comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, han puesto en común los trabajos desarrollados hasta la fecha por todas ellas en relación con este censo. En concreto, en Castilla y León el trabajo se ha desarrollado sobre las cuatro provincias que comparten el territorio del oso pardo, con tres comarcas muestreadas en Zamora, dos en Burgos, 16 en León y cinco en Palencia.

Respecto del número de cuadrículas muestreadas, de las 292 cuadrículas prospectadas, en 136 cuadrículas se han recogido indicios de presencia de oso pardo, con 69 cuadrículas con presencia en la subpoblación occidental y 67 cuadrículas en la subpoblación oriental. Con todo ello, la superficie final muestreada ha sido de 730.000 hectáreas, con más de 4.500 kilómetros realizados a pie casi en su totalidad, para un resultado final, en Castilla y León, de 914 muestras recogidas (620 excrementos y 294 muestras de pelo).

El trabajo de campo en Castilla y León, coordinado por personal técnico de las cuatro provincias afectadas y de la Dirección General del Patrimonio Natural y Política Forestal, ha sido ejecutado, entre el 15 de agosto y el 15 de diciembre de 2020, por los agentes medioambientales y celadores de medio ambiente de la Junta, así como por los miembros de las patrullas oso de la Fundación del Patrimonio Natural de la Comunidad. Igualmente se ha contado con la colaboración para los trabajos de campo del personal de la Fundación Oso Pardo.

Todas las muestras recogidas en Castilla y León ya se han remitido a la Universidad Autónoma de Barcelona, que procederá a la individualización genética mediante técnicas genómicas basadas en SNPs. Del mismo modo, la información cartográfica asociada a los trabajos de campo ha sido remitida al Instituto de Recursos Cinegéticos IREC-CSIC para el tratamiento de datos y el análisis de la estima poblacional.

En una segunda fase, y como una de las importantes novedades de la técnica utilizada, gracias a la individualización genética mediante SNPs, se avanzará por parte del IBE-CSIC en un estudio de conectividad y parentesco aprovechando los SNPs obtenidos para el análisis previo de la individualización genética.

De forma complementaria a la estima poblacional mediante técnicas genómicas, desde la Junta de Castilla y León se considera especialmente relevante conocer las relaciones de parentesco y conectividad, así como el nivel de endogamia de los distintos especímenes de la población cantábrica, máxime teniendo en cuenta el reciente intercambio de ejemplares entre las subpoblaciones oriental y occidental de la Cordillera Cantábrica.

Una primera fase de los trabajos de parentesco se desarrollará asociado a las muestras no invasivas recogidas durante el trabajo de campo del censo genético, pero tendrán continuidad en 2021 mediante un contrato recientemente adjudicado al Instituto de Biología Evolutiva IBE-CSIC que, a través de técnicas de secuenciación de última generación (Next-Generation Sequencing o NGS), permitirá profundizar en los análisis de heterocigosidad genómica (medida de diversidad genética de cada individuo), así como en la determinación de la endogamia individual (grado de relación entre progenitores) y de las relaciones de parentesco entre los especímenes, lo que ayudará a conocer el grado de conectividad entre distintas subpoblaciones.