Por el contrario, el sindicato lamenta que el minifundismo de la comarca impedirá que lleguen al territorio berciano “importes significativos que sirvan verdaderamente para apoyar la renta de los productores”. Los importes más relevantes, asegura Asaja, seguirán siendo los que lleguen al ganado extensivo a través de la declaración de superficies de pastos de terrenos comunales y fincas de particulares.
Al respecto, la organización agraria avanza que una gran parte de los nuevos perceptores de PAC en la comarca lo serán bajo la figura de pequeño productor. Por el tamaño de sus explotaciones, estos productores percibirán menos de 2.500 euros, aunque se les exigirán menos condiciones y trámites administrativos que a los agricultores profesionales, denominados en esta reforma agricultores genuinos.
Estos deberán demostrar que gestionan de forma directa y personal la explotación, asumiendo el riesgo empresarial, y que los ingresos agrarios sobre los totales se sitúan en un porcentaje que en este momento se baraja en torno al 25%. Los productores que no respondan a la figura de pequeño agricultor o agricultor genuino quedarán excluidos de las ayudas de la PAC en la nueva reforma, señala Asaja.
La nueva PAC, cuyo presupuesto se aprobó recientemente con el Marco Financiero Plurianual de la UE, entrará en vigor en la campaña 2023. Fuentes de Asaja señalaron que, además de las ayudas directas, la comarca del Bierzo se verá beneficiada por el Programa de Desarrollo Rural que se financia con fondos Feader, de la Junta y del Estado.
Este programa incluye actuaciones en infraestructuras de modernización de regadíos, concretamente en el Canal Bajo del Bierzo, así como concentraciones parcelarias, programas agroambientales y planes de modernización de explotaciones. Además, se potenciará la incorporación de jóvenes al sector agrario, la agricultura ecológica, las ayudas a zonas desfavorecidas de montaña y las actuaciones en el territorio bajo la metodología Leader, apuntaron las mismas fuentes.