En un tono distendido, el guardameta fue cuestionado acerca de su indumentaria, con colores llamativos y exóticos. Mandaluniz reconoció que en “Lezama incidían en jugar de negro, pero aquí juego de rosa o de amarillo. Es adaptarte y ya está”, remachó el portero formado en la cantera del Athletic Club, que admitió, eso sí, que prefiere jugar con la zamarra verde. Sobre su entrenador, Carlos Terrazas, que ha invitado a la plantilla y a los trabajadores del club a una comida, consideró que “desde fuera se le ve como un hombre callado y que mantiene las distancias. Si estás en el día a día con él, es una persona culta, inteligente y que sabe de lo que habla”.
Sobre la marcha del equipo, Mandaluniz fue preguntado por la posibilidad de no encajar goles, circunstancia que siempre asegura puntuar. “Mantener la portería a cero es bueno para mejorar las sensaciones que tenemos y plasmar el trabajo que hacemos durante la semana, que es bueno”, afirmó el arquero vasco, que no quiso poner duda la validez del sistema impuesto por el técnico vizcaíno. “Es un sistema distinto. Muy exigente para todo el equipo porque requiere mucho esfuerzo, concentración y precisión. Los fallos dejan al jugador en evidencia”, admitió.
Por otro lado, quiso destacar la respuesta del equipo tras verse por detrás en el marcador: “Siempre se da importancia al tratar de jugar bien, ser vistoso y sólido en defensa. También hay una cualidad en la que no se incide tanto, que es tener fe y luchar hasta el último minuto, que al final también da puntos”, puntualizó Mandaluniz. “Aquí se está viendo”, precisó el guardameta bilbaíno, consciente de la importancia de las dos próximas citas a domicilio, ante los filiales del Valladolid y del Deportivo de La Coruña. “Vamos a empezar por Valladolid”, aclaró el arquero, que opinó que “el sábado nos espera un partido complicado, con un terreno de juego sintético, que no facilita nada. A ver si somos capaces de hacer un buen partido y de sumar los tres puntos”, finalizó.