Marcos Martínez saliendo de la prisión de Navalcarnero rumbo a Léon (Juan Lázaro/ICAL)Sin duda, este otoño ha sido uno de los más difíciles para el expresidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, que hoy, 11 de diciembre, ha recuperado la libertad tras abonar una fianza de 30.000 euros y pasar 42 días en prisión por su presunta implicación en la 'Operación Púnica', que investiga una trama de corrupción municipal y autonómica. Nunca pensó que su dedicación a la política le podría llevar a la cárcel, acusado de seis posibles delitos -negociaciones prohibidas a funcionarios, prevaricación, revelación de secretos, tráfico de influencias, cohecho y fraude-, ni siquiera aquel lunes 27 de octubre cuando la Policía Judicial se personó en su despacho del Palacio de los Guzmanes, sede de la institución provincial.
Por sorpresa, los miembros de la Unidad Central Operativa, UCO, de la Guardia Civil entrararon pasadas las 09.15 horas en el edificio de la céntrica plaza de Botines de la capital el 27 de octubre. Retenido durante horas en su despacho mientras media docena de especialistas en delitos de corrupción revisaba la documentación, abandonó en un coche camuflado la Diputación para ser conducido a la Comandancia del instituto armado en León.
Su mente no borrará aquel lunes 27 de octubre, día en el que tuvo que pasar el trago de posar de frente y perfil para que se le hicieran las fotos de su ficha policial y se le tomaran las huellas. Ese día durmió en el calabozo del acuartelamiento de El Parque, mientras el Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP acordó suspenderlo de militancia, poniendo fin a su carrera política en la formación 'popular', donde estuvo a punto de ocupar la Presidencia del partido en León, como sucesor de Isabel Carrasco, que falleció en mayo al recibir varios disparos en plena calle.
En la mañana del martes 28 de octubre, Martínez fue trasladado a la Audiencia Nacional para prestar declaración ante el juez Eloy Velasco, que lleva la investigación contra la trama dedicada al supuesto cobro de comisiones ilegales por la adjudicación de obras. Sin embargo, el gran número de detenidos, entre los que figura el dirigente madrileño Francisco Granados, hizo que durmiera dos noches en las dependencias de la Guardia Civil en Tres Cantos. El jueves 30 de octubre llegó su turno de comparecer ante el magistrado, que tras escucharle durante más de una hora decretó su ingreso en prisión incondicional y sin fianza, como pedía el fiscal anticorrupción.
El juez Velasco justificó la medida por "el riesgo de fuga", por "la alta probabilidad de reiteración delictiva" y para evitar que se pudieran alterar pruebas. Además, en el auto sostuvo que Martínez habría puesto en marcha procedimientos negociados de contratación vinculados a la estación de esquí de San Isidro en los que únicamente resultarían invitadas empresas vinculadas a Alejandro de Pedro. También, señaló que podría haber participación en alguna de las empresas que resultaban adjudicatarias de los concursos, incurriendo presuntamente en los delitos de negociaciones prohibidas a funcionarios, prevaricación, revelación de secretos, tráfico de influencias, cohecho y fraude.
Mes y medio en dos cárceles
Ese día Marcos Martínez, excalde también de Cuadros donde fue concejala la fallecida Isabel Carrasco, cruzó los muros de la prisión madrileña de Soto del Real, donde han pasado diferentes políticos por casos de corrupción. Sin embargo, su estancia en este centro fue breve ya que el 1 de noviembre, coincidiendo con la festividad del Día de Todos los Santos, fue trasladado a otra cárcel, la de Navalcarnero, también en la Comunidad de Madrid, para evitar que tuviera contacto con otros implicados en la trama corrupta.
Entre las rejas de esta prisión ha pasado 40 días. Ayer una llamada breve de su abogado, Ricardo Gavilanes, le comunicó la decisión del juez Eloy Velasco, de permitir su puesta en libertad bajo fianza de 30.000 euros. El Juzgado central de Instrucción número 6 de la Audiencia decidió modificar su situación “dado el grado de responsabilidad” en los hechos investigados. Su familia y defensa deberán hacer efectivo el pago en una cuenta bancaria y personarse en sede judicial para que pueda abandonar la cárcel, poniendo fin a un 'calvario' de casi mes y medio en el que ha estado privado de libertad.
Sin cargo, pero con actas
La salida de Marcos Martínez vuelve a poner en el ojo del huracán a la Diputación de León, desde que se conociera su detención e ingreso en prisión. Aunque renunció durante su estancia en la cárcel a los cargos de Presidente y alcalde, mantiene su acta de diputado provincial y concejal. Fuera del PP desde el mismo día en que fuera arrestado, ahora podría mantenerse como representante público hasta el final del mandato, en el verano de 2015.
Todas sus aspiraciones en la política leonesa se han frenado de momento, tras ocupar durante unos cinco meses la Presidencia de la institución provincial. La Diputación eligió hace casi un mes a Emilio Orejas como presidente. El también alcalde de Valdelugueros se puso “no al servicio, sino a la orden de los alcaldes de la provincia,” y tomó posesión con un “compromiso leal y sincero con la insitución, en la convicción de la importancia del municipalismo”. También en su pueblo, Cuadros, cuentan con nueva regidora, la 'popular' Sonia García.
Trayectoria
Martín Marcos Martínez nació en Sariegos (León) el 11 de noviembre de 1957, es ingeniero técnico agrícola y funcionario de Justicia. Desde 1991 ocupaba la Alcaldía del municipio de Cuadros, donde gobernó con mayoría absoluta y del que fue concejala Isabel Carrasco. Está casado y es padre de un niño y una niña. En 2007 fue nombrado diputado provincial y 'ascendió después a la Vicepresidencia primera hasta que hace cinco meses sus compañeros le eligieron por unanimidad.
Además de su trayectoria municipal, el sucesor de Isabel Carrasco fue designado como senador por la provincia de León para ocupar el puesto que dejó vacante Mario Amilivia cuando fue elegido consejero del Consejo Consultivo de Castilla y León, cargo que era incompatible con su condición de parlamentario. Marcos Martínez fue nombrado en otoño de 2007 y ocupó el escaño de senador durante unos seis meses.