
La estación de Esquí de San Isidro (León) se convierte en el plató de Masterchef para realizar la prueba de grupos en exteriores, tradicional del formato de Televisión Española. La ardua tarea de dar de comer a 200 comensales en medio de las pistas de esquí, finaliza con obsequios para los concursantes y entre ellos, el equipo rojo se lleva un botillo del Bierzo a lo que el jurado, Jordi Cruz, mientras otorgaban el premio berciano, añade un sentimiento nacido del mismo paladar : «¡Qué rico, botillo del Bierzo!»
En este caso, los aspirantes tuvieron que identificar legumbres entre más de 30 variedades con el objetivo de preparar un plato a la altura de las cocinas del formato de la televisión pública. Además, los paladares que degustaron los menús realizados por el equipo de concursantes eran esquiadores que acuden a las pistas que tantas veces han pisado, en condiciones distintas debido al pandemia por el COVID-19 y de esta manera visibilizar la situación del esquí.