La alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo, ha declarado este jueves no entender las quejas de los vecinos de Compostilla con respecto a la Red de Calor proyectada y licitada por la Junta por 4,1 millones de euros para abastecer una docena de edificios municipales. Merayo ha asegurado que "no sabía que el barrio de Compostilla llegara tan lejos". La red de calor, ha dicho, se va a construir en unos terrenos que no se encuentran en el barrio de Compostilla pero en cambio "sí que abastecerá al colegio de Compostilla y tal vez en una segunda fase también puedan acogerse a la red las casas del barrio".
"Por esa regla de tres también podrían quejarse los vecinos de Cuatrovientes, los del centro o los de la Avenida de la Libertad, porque va a afectarnos a todos por igual". "No va a contaminar y va a generar puestos de trabajo", ha sostenido.
De la misma forma ha afirmado que Compostilla es un barrio de trabajadores, muchos de ellos de la térmica de Cubillos "que es mucho más contaminante" y "evidentemente nadie pide que cierre la térmica".
En la misma línea se había manifestado esta semana el concejal de Medio Ambiente y Obras, Roberto Mendo, definiendo el proyecto como "buenísimo para la ciudad".
Estas reacciones del Ayuntamiento surgen al hilo de las declaraciones que el pasado sábado realizó la junta directiva de la asociación de vecinos del barrio de Compostilla de Ponferrada calificando la red como un "ataque al barrio". Los vecinos consideran que el Ayuntamiento pretende colocar en la zona “un nuevo foco de contaminación que nos aislaría de la ciudad” por lo que lo compararon con la instalación de “otra montaña de carbón” como la que existía en el barrio hasta hace pocos años.