Sin embargo, la vida de Lupicinio Hernández de la Cruz ha llegado a su fin. Dejando así una huella inolvidable para la tierra berciana, las inconfundibles aceitunas y los memorables cuadros que nacían de la mezcla de colores de sus paletas.
Por otro lado, la capilla ardiente abrirá sus puertas a partir de las 3 de la tarde del miércoles, en el nuevo Tanatorio La Encina de Ponferrada (Avenida Milán, 6, sala nº4). Más tarde, tendrá lugar la oración litúrgica el jueves 2 de diciembre, a las 16:00 horas de la tarde, en la capilla del nueva Tanatorio La Encina de Ponferrada. A continuación, sus restos mortales será incinerados en la intimidad familiar.