Ponferrada celebra el Viacrucis al castillo con más 'recogimiento': Una fortaleza 'cerrada' y de recuerdo a las víctimas

Esta procesión se recuperó hace siete años, en 2014, con el objetivo de impulsar la declaración de la Semana Santa de Ponferrada como de Interés Turístico Nacional y que obtuvo al año siguiente

29 de Marzo de 2021
Actualizado: 12 de Abril de 2021 a las 11:45
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Al igual que ocurriera la pasada edición, esta Semana Santa y todos sus actos se han visto alterados y han tenido que adaptarse a la pandemia para retomarse al menos. El Vía Crucis Penitencial  al Castillo marcaba el Lunes Santo con la unión del Cristo de la Esperanza y del Cristo de la Fortaleza en el patio de armas del Castillo de los Templarios. Habitualmente, tras las 14 estaciones de penitencia que marcan cada uno de los momentos de la Pasión de Cristo partiendo de la Iglesia de San Andrés, la procesión culminaba en el interior de la fortaleza, aunque en esta ocasión el acto se ha limitado a una retransmisión en directo desde el interior del castillo.

Esta procesión se instauró hace siete años, en 2014, con el objetivo de impulsar la declaración de la Semana Santa de Ponferrada como de Interés Turístico Nacional y que obtuvo al año siguiente. Esta vez a puerta cerrada, y con presencia del Obispo de Astorga, Jesús Fernández.













 















El Cristo de las Maravillas o de la Fortaleza es una imagen de madera policromada, cuyo autor es anónimo y datada de finales del siglo XIII y principios del siglo XIV, con un estilo en la transición del románico hacia el gótico, con la peculiaridad de ser un crucificado con corona de rey y no de espinas. En la procesión los hermanos portan una réplica realizada por los artesanos de Puente Órbigo, Javier Alonso Fernández y Pedro Antonio Andrés, y en su interior guarda un documento con la relación de todas las personas que han participado en la colecta para su talla. De esta manera, en el Vía Crucis, esta imagen vuelve a su lugar de origen, el castillo donde antiguamente fue venerado por los templarios, protectores y guías de los peregrinos del Camino de Santiago.

También tiene una historia curiosa el Cristo de la Esperanza, que durante años presidió -dentro de una hornacina- el antiguo cementerio del Carmen, que fue construido en los tiempos en que fue alcalde Isidro Rueda, en el siglo XIX. Cuando se trasladó el cementerio a Montearenas y se cerró la pequeña capilla del Carmen (sede original de la Hermandad) al culto, no podían dejar esta talla a la intemperie en medio del campo, incorporándola después a esta procesión. Este paso es portado íntegramente por mujeres.

 

Más imágenes / César Sánchez (Agencia ICAL)