Ponferrada / El histórico Poli, 'rey de la petanca', sigue vivo: un bulo en redes hace creer que falleció

Muchos jóvenes de Ponferrada vivieron la petanca de cerca gracias a él. Apolinar Fernández Toimil, alias 'Poli', revolucionó los patios de colegios al ritmo de la bola, de la llave y de la rana. Quizás estos fueran los momentos más esperados de todos los colegios: ver a poli llegar a clase de Educación Física. Sin embargo, en las redes sociales, concretamente Twitter, se daba por fallecido a Poli durante la pasada jornada. Pero Poli está vivo y con ganas de volver a la petanca "en abril". Tanto es así, que este medio se ha puesto en contacto con él, para además de saber que todo va bien, escucharle hablar de su pasión, acercarse al bolinche lo máximo posible. "15 años estuve yendo a los colegios", constata Apolinar Fernández. 

09 de Febrero de 2022
Actualizado: 11 de Febrero de 2022 a las 11:07
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poli ponferrada petanca muerte
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Muchos jóvenes de Ponferrada vivieron la petanca de cerca gracias a él. Apolinar Fernández Toimil, alias 'Poli', revolucionó los patios de colegios al ritmo de la bola, de la llave y de la rana. Quizás estos fueran los momentos más esperados de todos los colegios: ver a poli llegar a clase de Educación Física. Sin embargo, en las redes sociales, concretamente Twitter, se daba por fallecido a Poli durante la pasada jornada. Pero Poli está vivo y con ganas de volver a la petanca "en abril". Tanto es así, que este medio se ha puesto en contacto con él, para además de saber que todo va bien, escucharle hablar de su pasión, acercarse al bolinche lo máximo posible. "15 años estuve yendo a los colegios", constata Apolinar Fernández. 

De este modo, y después de tal revuelo de mensajes de condolencias emitidos ayer en Twitter, más una esquela errónea dieran por fallecido al 'rey de la bola'. Por tanto, aún quedan años para seguir escuchando el "¡Lanza el bolinche neno!". Sin duda alguna, volver a escuchar la voz de Poli a través del teléfono ha sido un viaje a 'aquellos años locos' de Ponferrada, cuando lo único que importaba era jugar, divertirse y saber que la petanca ponferradina no sería lo mismo sin Apolinar Fernández.