Ponferrada 'lienzo' para las pintadas

22 de Junio de 2021
Actualizado: 28 de Junio de 2021 a las 14:37
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pintadas graffittis ponferrada (9)
pintadas graffittis ponferrada (9)


La diferencia fundamental entre una pintada y un grafiti está en que una es arte y la otra falta de civismo. Sin duda, el ojo humano sabe perfectamente lo que es un grafiti y lo que es una pintada con solo verlo. El grafiti es una expresión artística capaz de dejar un espacio triste como una auténtica maravilla, las pintadas... No.

Sin embargo, Ponferrada cada vez está mas inundada de firmas, pintadas e insultos de un solo trazo de spray, dejando una visual urbana típica de algún videojuego delictivo. Tan así es, que camines por donde camines, pases por donde pases, encontrarás un nombre, un pseudónimo sin más ciencia ni arte que la mera intención irracional de dejar una marca.



Edificios con fachadas recién acabadas y que a los dos días ya están ocupadas por la ‘marca’ de algún ciudadano, sin razón alguna. Esto es lo más normal en Ponferrada durante los últimos tiempos y cada vez, va a más. Sin embargo, no sólo las fachadas de los edificios son los nuevos lienzos de los incívicos, también contenedores, cabinas de teléfono, puertas de garajes, muros de la vía, paneles informativos de la ciudad, portales...

Y se hace una diferenciación entre el grafiti y la pintada por el simple hecho de no meter en el mismo saco a un artista y a un ciudadano con falta en varias clases de civismo, que aún presume muchas veces en redes sociales de su última ‘marca’ urbana.



La cara b de esta historia normalizada en la mayoría de las ciudades, es que varios trabajadores tendrán que ponerse a limpiar la ‘suciedad’ gráfica que otro decidió dejar... Para que a los dos días, vuelva otro ciudadano a dejar su pintada otra vez y vuelta a empezar.

Lo más típico: “que pinte su casa, el negocio de su madre, la puerta de su portal” dice una vecina de Ponferrada, afectada por esta falta de civismo en su domicilio. Y, es que sea en un edificio público o privado, sea quien sea, en lo público con el dinero de todos y en lo privado con el bolsillo personal de cada uno... No va a ser el incívico el que se levante una mañana y decida deshacer lo hecho. A no ser que las autoridades judiciales dicten lo contrario.

Curiosamente, esta necesidad de dejar por donde el ciudadano pase su ‘marca’ personal, no es tan nueva como podríamos pensar. Tanto es así, que ya en la Antigua Roma la ciudadanía sentía la necesidad de recordar al resto su paso por allí...

Ahora bien, o el ser humano está poco avanzado, o las necesidades sociales siguen siendo las mismas... Lo que sí está claro es que Ponferrada no es la puerta de la casa de Romeo y Julieta en Verona, ni por asomo.