Al contrario de lo que se piensa, lo cierto es que la Kombucha no es una bebida que se haya inventado ahora, sino que cuenta con una historia de más de 2000 años. De hecho, existen algunas referencias de que en la Antigua China de por aquel entonces ya se consumía.
Además de consumirse por su agradable sabor, también se hacía por sus propiedades curativas y estimulantes. Ahora es posible encontrar sabores como el de mojito Kombucha, para todos aquellos que estén buscando algo especial.
Debido a sus increíbles propiedades, la bebida fue extendiéndose progresivamente por Japón, Rusia y Europa. Como dato de interés, antes era conocida como hongo de la inmortalidad debido a dichas propiedades.
Alrededor del siglo XX se empezó a asentar en Europa y América y empezó a adaptarse al tipo de producto con el que contamos hoy en día.
Si te estás preguntando qué ocurre en tu cuerpo cuando consumes Kombucha, esto te interesa:
Efectos de la Kombucha en tu organismo
Lo primero que debe quedar claro es que se trata de una bebida con muy pocas calorías (alrededor de 30 calorías por cada 100 ml, aunque esto depende del sabor).
La manera de elaborarla es muy similar a la del yogurt casero, pero se emplea té en lugar de leche. Después del proceso de fermentación adquirirá una serie de vitaminas y nutrientes que la convierten en una bebida muy interesante.
Uno de los elementos que se producen en la fermentación es el ácido acético. Este compuesto tiene la capacidad para combatir y eliminar microorganismos y bacterias presentes en el organismo. Las variedades de Kombucha con té verde y té negro potencian al máximo las propiedades antibacterianas del producto.
Hay varias líneas de investigación que afirman que el consumo de esta bebida también podría contribuir a reducir los niveles del colesterol malo (LDL) y a incrementar los niveles de colesterol bueno (HDL). Nuevamente, si se elabora con té verde, se minimizan las posibilidades de padecer una afección de índole cardiovascular de cara al futuro.
Otro efecto probado de la Kombucha son sus propiedades digestivas.
Ayudar a equilibrar la flora intestinal y evitar problemas de estreñimiento.
El hígado y los riñones también se verán beneficiados por el consumo de Kombucha, ya que integra una serie de enzimas que contribuyen al buen funcionamiento de los órganos.
Además de los beneficios anteriores, estamos hablando de una bebida caracterizada por sus propiedades hidratantes (por ser rica en agua) y propiedades antioxidantes (también es rica en polifenoles).
Si se compagina su consumo con una dieta sana y algo de deporte conseguirás depurar tu organismo y te sentirás mucho mejor.
Estos son los principales beneficios que experimentarás cuando te decidas a consumir Kombucha.