Portugal, que era el único destino de la Unión Europea considerado como seguro por los británicos pasa ahora también a la 'lista ámbar', en la que también se encuentran países como Grecia y Francia, además de España, una clasificación que obliga a los viajeros a aislarse al volver a su domicilio y a pasar tres test de coronavirus, uno antes de volar hacia el Reino Unido y otros dos durante la cuarentena obligatoria.
Downing Street, lleva varias semanas insistiendo en que no se realicen viajes no esenciales a estos destinos. Todo esto en la práctica imposibilita la recuperación de un mercado fundamental para España. El efecto de esta medida para el sector turístico es notable.
El aumento del número de contagios en el Reino Unido durante los últimos días ha llevado a los expertos que asesoran al primer ministro, Boris Johnson, a pedir que aumenten las restricciones de viaje. El nuevo listado entrará en vigor dentro de una semana, para dar un plazo prudente a los turistas que ya se encuentran fuera del país para planear su regreso.
Por su parte, La Moncloa y los ministerios de Turismo y Exteriores llevan semanas trabajando y facilitando información a Londres para tratar de entrar en la ansiada 'lista verde', por lo menos los territorios insulares.
El Gobierno y el sector turístico esperan que coincida una mayor apertura del Reino Unido con la entrada en vigor del nuevo certificado sanitario europeo, que está planteado para el 1 de julio.