Reportaje interactivo / Ponferrada, los orígenes de una ciudad amurallada

En la Edad Media (siglo XII) Ponferrada era una villa cercada por una muralla que protegía el núcleo urbano de invasiones o enfermedades de la época como la peste. Contaba con cinco puertas de acceso, tres torres y un portillo que daba al río

muralla
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26 de Diciembre de 2019
Actualizado: 14 de Febrero de 2020 a las 16:53
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Fotografías Ángel Alonso (InfoBierzo)

 

 

El paso de los siglos desde su levantamiento como villa y el crecimiento en extensión y en población han convertido a Ponferrada en una gran urbe con cerca de 70.000 habitantes censados, siendo actualmente el municipio de Castilla y León más poblado sin ser capital de provincia. Pero en la Edad Media (siglo XII) Ponferrada era una pequeña población cercada por una muralla que protegía el núcleo urbano de invasiones o enfermedades de la época como la peste, tifus o cólera (reportaje Las 7 plagas que asolaron al Bierzo), en torno a lo que hoy en día se conoce como la zona Alta de la ciudad.

Este muro protector fue construido en el año 1.282 continuando con las obras de ampliación que hasta el momento se habían llevado a cabo en el Castillo de los Templarios y, aunque hay varias hipótesis sobre el trazado exacto de dicha muralla, uno de los más fiables y reconocidos es el que describe el historiador Vicente Fernández 'Tito' en el libro 'Ponferrada artística y monumental', publicado en 2012 y descrito por el propio autor como "un estudio completo de la ciudad que pone en valor toda su arquitectura". 

Según Fernández, la muralla partía en la cara norte de la puerta del Reloj, continuando por la calle Carnicerías hasta la puerta del Paraísin, siguiendo en línea recta por la plaza de San Lorenzo y girando en la travesía del Temple, donde se ubicaba la puerta del Comendador. El trazado continuaba siguiendo el límite del Castillo, bordeándolo por encima de la pendiente del río y dejando extramuros la calle Rañadero y la plaza de las Nieves, para continuar rodeando el convento de la Concepción hasta la puerta del Reloj, la entrada a la actual plaza del Ayuntamiento.

Esta última era una de las cinco puertas con las que contaba la muralla para acceder al interior de la villa de Ponferrada, situadas y orientadas a los cuatro puntos cardinales: al norte, la de las Eras, conocida también como la de la Villa o del Reloj -junto al Palacio de los Condes de Toreno, actual Museo de Bierzo que antes fue el Ayuntamiento y luego la cárcel-; al este, la del Paraisín; la zona sur contaba con dos, la del Comendador -cercana a la iglesia de San Andrés- y la de la Rúa del Boeza -situada frente al actual acceso del Castillo-; y al noroeste la de las Nieves -a la que se accedía por la histórica calle El Rañadero-. La estructura protectora contaba además con el portillo del río y tres torres: la de Columbrianos al norte, la de Pedro Castro al este y la del foso, en el acceso sur.



Desaparición del vestigio histórico

El paso de los siglos propició el crecimiento de Ponferrada como ciudad pero, sumado a la falta de protección y mantenimiento arquitectónico, también significó la desaparición de este importante vestigio histórico, junto a sus puertas y torres. En este caso la información que se atesora es escasa, pero hoy en día solo queda visible la del Reloj, que aunque se construyó a posteriori de la muralla se hizo sobre el Arco de las Eras. La puerta de Las Nieves aguantó hasta el año 1864, cuando se derribó el arco. Sobre la demolición de la torre no existe documentación precisa, aunque según el texto de Vázquez "un cuadro anónimo del XVIII muestra la torre con sus troneras y almenas, por lo que fue a partir de 1734".

La puerta del Comendador desapareció en el siglo XIX; y la del Paraisín, con su arco y lo que quedaba de la torre, se mantuvo hasta 1940. La mayoría de los ciudadanos estaban a favor de derribarla, "porque necesitaba reparaciones y dificultaba el paso de camiones y procesiones y, tras informarse con los técnicos municipales del nulo valor artístico, el alcalde Bonifacio M. Álvarez autorizó su demolición".

La Puerta del Paraisín, una de las cinco con las que contaba la muralla de Ponferrada

 









 

Otra forma de conocer la muralla (y de paso un rincón mágico del Bierzo) es acercarse a la muestra ArTebaida, en Espinoso de Compludo, donde una maqueta reproduce fielmente la Ponferrada medieval y saca a la luz el posible nombre original por el ‘puente cerrado’ (VER REPORTAJE)