Retrato de una sequía 'no oficial' en El Bierzo

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Fundador, CEO de InfoBierzo e InfoLeon
04 de Septiembre de 2017
Actualizado: 14 de Septiembre de 2017 a las 09:53
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Las imágenes hablan por sí solas. El Meruelo en Molinaseca y el Burbia en Villafranca, son este primer lunes de septiembre más un camino de piedras con un hilo serpenteante de caudal, que ríos. Son dos ejemplos, pero la situación se repite en la mayoría de cauces de la Comarca berciana.

Pese a ello, el organismo competente para tomar medidas paliativas, Confederación Hidrográfica Miño-Sil, continúa aferrándose a ese hilo serpenteante, para eluduir declarar la alerta por sequía.
Sólo las reservas del embalse de Bárcena son el aval que evita declarar la oficialidad de una situación que fuera de ese 'caudalímetro' del pantano, es una realidad: la sequía azotó en verano y de no tomar medidas que lleva aparejada una alerta por sequía, en otoño podrían llegar restricciones.

Ya en agosto Confederación hizo su particular predicción de lluvias que solventarían la situación, pero los informes meteorológicos que debieron llegar, se demostraron equivocados. "Según nuestras previsiones, la situación en cuanto a precipitaciones mejorará durante agosto y septiembre", declaró en julio el presidente del organismo, Francisco Marín.

El pasado viernes la Comisión de Desembalse volvió a analizar los parámetros y mediciones de caudales y reservas, y las trombas de esos días sirvieron de garantía para posponer algo que parece que terminará llegando, más por la tozuda realidad (que no llueve) que por las medidas preventivas de una alerta por sequía que la Miño-Sil, sin saber muy bien por qué, sigue posponiendo desde que en mayo se declarase la prealerta. Eso sí, en esta ocasión Marín ya dejó entrever que para otoño ya podría abordarse la "oficialidad" de la sequía, si no caen en estos 15 días restantes más de 70 litros por metro cuadrado. Casi lo que ha llovido en los meses de verano.

Desde mayo hasta que esa "oficialidad" se produzca, queda un verano sin cosechas, afectados por la sequía cultivos de castaña, manzana, uva, pimiento, playas fluviales vaciadas en Molina (y sin fiesta del agua) o Villafranca, con problemas de suministro también, al igual que en los pueblos del Valdueza en Ponferrada, en Puente Domingo Flórez o en Folgoso de la Ribera (con bando de alcaldía pidiendo medidas de control del uso del agua de la traída que ya deberían venir recogidas en una alerta por sequía "oficial" en la cuenca). En estos puntos ya desde julio se vive una realidad que no va acorde con los parámetros de la Confederación sobre la "oficialidad" de una sequía.

Incluso en la propia página web de la CHMS, se ofrecen datos en tiempo real de la situación de los caudales. Aquí se recogen en niveles "bajos" el Sil en Matarrosa, el Boeza en Bembibre, el Burbia en Villafranca, el Cúa en Cacabelos; y como "muy bajos" el Selmo en Oencia y el Tremor en Almagarinos.

Un Bierzo en sequía, aunque no oficialmente. Y eso a pesar de un dato que debiera argumentar lo contrario: El actual año hidrológico es, con mucho, uno de los que menos precipitaciones ha registrado desde que se recopilan datos, con unos 600 litros por metro cuadrado; un 45% menos que la media histórica en el Bierzo y Laciana.