El presidente del Ejecutivo español le acusó de haber cortado el suministro de gas a buena parte de Europa y, “lógicamente, si cortas la oferta lo que haces es elevar el precio de la energía”. Para Sánchez, “eso ha hecho a todos los europeos, sobre todo a los países más dependientes del gas ruso, tener que cambiar radicalmente sus proveedores de gas”.
En este sentido, apuntó que antes de la guerra el 40 por ciento del gas que se importaba en Europa venía de Rusia y hoy solamente es un 10 por ciento como mucho, es decir, 30 puntos menos en cuestión de meses. “Eso significa que muchos de estos países, no España porque no teníamos esa dependencia energética del gas ruso, han tenido que salir al mercado del gas internacional para poder encontrar fuentes alternativas y eso ha aumentado también el precio del gas”. explicó.
Además, Sánchez lamentó que la regulación a nivel europeo del gas “no funciona”, porque “hace que la evolución del precio del gas se justifique e identifique con la evolución de la electricidad”. A este respecto, recordó que han venido demandando desde hace mucho tiempo que “tenemos que cortar esa dependencia de la evolución del precio de la electricidad de la evolución del precio del gas y es lo que estamos pidiendo a nivel europeo”.
El presidente del Gobierno afirmó que España se está convirtiendo en un país mucho más autónomo energéticamente de lo que era antes del inicio de la guerra de Ucrania, apostando claramente por las energías renovables. En este sentido indicó que los últimos cuatro años la capacidad de energía eólica de España se ha multiplicado por doce, la fotovoltaica por 142 y el autoconsumo energético por 410. Por último, indicó que frente al chantaje de Putin y la emergencia climática, “esta democratización de la energía no hace más fuertes”, a la vez que se resta poder a las grandes compañías energéticas.