Santiago Izquierdo Trancho, uno de los presos más peligrosos de España, aprovecha un permiso para fugarse de la cárcel de León

El preso está condenado a 138 años y cumplía condena en Mansilla de las Mulas

04 de Agosto de 2018
Actualizado: 13 de Agosto de 2018 a las 10:53
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preeso635 Una de las pocas imágenes que existen de Izquierdo Trancho /  www.lasexta.com

Santiago Izquierdo Trancho, considerado uno de los presos más peligrosos de España, aprovechó el lunes de esta semana un permiso penitenciario que le garantizaba desplazarse por sus propios medios desde la prisión de Mansilla de las Mulas, en la que cumplía condena, hasta el centro de inserción social (CIS) Jesús Haddad Blanco, en la capital leonesa, para huir de la Justicia. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ya han abierto una investigación para tratar de dar con su paradero.

Cuando sea detenido, el recluso tendrá que enfrentarse a una nueva causa por quebrantamiento de condena, según apuntó el secretario del sindicato de funcionarios de prisiones Acaip en Castilla y León, José Antonio Cartón, que destacó que el Código Penal establece una distinción clara entre “una fuga, que consiste en evadirse de la prisión, y un quebrantamiento de condena, que es no incorporarse tras un permiso”.

Izquierdo Trancho ingresó por primera vez en la cárcel en mayo de 1985 acusado de asesinato. Ya en prisión, habría sumado a su historial delictivo el asesinato de un compañero recluso, así como otros delitos como el secuestro de funcionarios, el desacato, la agresión, las amenazas o el robo, que habrían elevado sus condenas hasta los 138 años. El reo fue también uno de los líderes del motín que en 1991 sufrió la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real) y ha protagonizado numerosos intentos de fuga.

“Hace unos años fue un interno conflictivo”, reconoció Cartón, que aseguró, en cambio, que Izquierdo “tenía buen comportamiento en la última época”. En la actualidad y tras haber cumplido las penas más largas a las que había sido sentenciado, el interno cumplía una condena de tres años y ocho meses, explicó el secretario autonómico de Acaip, que recordó que el “mandato constitucional” de los cuerpos de la administración de Instituciones Penitenciarias consiste en “rehabilitar y reinsertar a los internos para que vuelvan a la vida en comunidad”.

En ese sentido, puntualizó que la orden de que el preso transitase del centro penitenciario de Mansilla al CIS de León vino dada por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, que fue el que estableció las condiciones para su desplazamiento. “El permiso no fue concedido por el propio centro”, remarcó Cartón, que subrayó su respeto “siempre” por las decisiones judiciales.