¿Se puede echar a los okupas por las malas?

23 de Junio de 2022
Actualizado: 19 de Julio de 2022 a las 17:50
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okupas
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La temporada de vacaciones es una de las más emocionantes y atractivas. Solo con pensar en todos los lugares por conocer, se vienen consigo una cantidad enorme de pensamientos positivos. Sin embargo, al pensar en la posibilidad de proteger tu hogar mientras estás ausente durante tu periodo vacacional contra los okupas o ladrones, deja de ser una idea tan atractiva.

La situación con los okupas puede ser muy delicada, incluso el mismo dueño del inmueble puede terminar siendo el villano de la historia. Basados en esa problemática, la mejor manera para proteger tu casa es mediante alarmas de seguridad.

¿Por qué los ocupas invaden las casas?


De manera principal, existen dos motivos. El primero y el más temido es querer adueñarse del hogar invadido o por lo menos vivir dentro del mismo durante años debido a todo el favorecimiento de las leyes. Aunque no suene como un aspecto precisamente justo, de ese modo funciona.

El segundo motivo es solicitar una cantidad de dinero al dueño del inmueble a cambio de desocuparlo sin mayores problemas. En España, se ha convertido no solo en una práctica frecuente, sino en una especie de mafia. De cualquier manera, en la mayoría de los casos los dueños deben acceder.

¿Los okupas prefieren un tipo de hogar específico?


Este punto se relaciona con el anterior. Dependiendo del objetivo a lograr suelen preferir entre una casa u otra. Quienes desean establecerse en un lugar por un largo periodo de tiempo, probablemente opten por casas desocupadas por mucho tiempo donde puedan quedarse sin mayor problema.

Las razones son bastante sencillas. Un inmueble desocupado probablemente reciba poca atención por parte de sus dueños. Siendo así, en muchas ocasiones ni siquiera notan la presencia de ellos.

En caso de notarla, probablemente sea muy tarde para desalojarlos sin obtener repercusiones legales por no respetar los derechos humanos e incumplimiento de varias normativas.

Por supuesto, los hogares donde sí habitan personas tampoco quedan exentos de este tipo de actos. En ellos, es bastante frecuente este tipo de prácticas por parte de los okupas para realizar las extorsiones anteriormente mencionadas, incluso para quedarse en el hogar.

Cabe destacar que la diligencia más notable de las autoridades es cuando el caso se da dentro de un hogar previamente ocupado por sus habitantes debido a la imposibilidad de muchos dueños y sus familias de marcharse a otro lugar mientras esperan a que la casa sea desocupada.

Los casos donde la vivienda o edificio estuvieron deshabitados durante años se suelen manejar de manera mucho más lenta por la poca necesidad de recuperarlos. El procedimiento para el desalojo puede durar muchos años.


¿Se pueden echar okupas por las malas?


Aquí, todo se vuelve más complicado.  Anteriormente, se ha comentado que las leyes no están del lado de los dueños, están del lado del beneficio de los okupas. Echar okupas por las malas solo trae consecuencias negativas para el dueño del hogar.

Si el dueño realizó previamente la denuncia y está en proceso de juicio y demás acciones legales, arremeter contra la integridad física de los okupas de forma violenta o no violenta se considera un acto vandálico, aunque sea un intento de desalojarlos ya que claramente no les pertenece.

Cualquier intento agresivo de echar okupas por las malas termina siendo perjudicial. Por ejemplo, si el dueño cambia la cerradura con propósito de evitar la entrada de los okupas posterior a alguna salida, se considera allanamiento y los okupas podrían incluso demandarlo.

Si el dueño decide como estrategia cortar los suministros eléctricos, de agua, de gas o todos juntos, nuevamente puede ser procesado por daños al poner en riesgo la integridad física de los okupas al limitarlos de cualidades necesarias para una buena calidad de vida.

Por supuesto, si infringe algún daño físico o psicológico a los okupas, las consecuencias pueden ser muchos mayores, llegando incluso a pagar con la cárcel por meses o años dependiendo de la gravedad del delito.

¿Por qué algunos recomiendan echar okupas por las malas si no funciona?


Quien por “supuesta” experiencia propia afirme el funcionamiento de alguno de los errores acabado de mencionar, está mintiendo o tuvo la suerte suficiente de toparse con okupas inexpertos quienes desconocían sus propios beneficios legales.

Con la constancia de la práctica en la actualidad es poco probable (por no decir imposible) toparse con este tipo de inquilinos no deseados quienes aún no sean expertos en el allanamiento o usurpación de viviendas.

¿No se puede hacer nada contra los okupas?


Claramente, sí. Aunque las leyes favorezcan a los okupas existen acciones a tener en cuenta tanto para evitarlo como para abordarlo. Por supuesto, lo primero y más lógico es evitarlo a través del uso de alarmas. Las mismas, deben ser de calidad y el dueño debe asegurarse de su correcto funcionamiento mientras están ausentes en el hogar.

Las alarmas de seguridad deben probarse con semanas o mínimo días de antelación para corroborar la inexistencia de un inconveniente como respuesta tardía o mala lectura del movimiento.

Por ejemplo, si la alarma se activa hasta con el movimiento de la mascota y suena durante el viaje, es probable que el dueño prefiera ignorarlo aludiendo la alarma a la mascota o cualquier otro movimiento irrelevante.

De la misma manera, las cámaras controladas y configuradas para su proyección a distancia en un dispositivo móvil pueden ser una opción excelente para evitar la llegada de los okupas.

Si aún con todas las previsiones necesarias los okupas se apropian de la casa, el dueño tiene dos días exactos para presentarse en su hogar y llamar a la policía. Si pasan más de 48 horas desde el allanamiento, los okupas se consideran inquilinos y el procedimiento para desalojarlos se vuelve mucho más tardío.

Mientras aún no hayan transcurrido las 48 horas, al comunicarse con la policía y hacer la denuncia verbal o física, la misma policía se presenta en el lugar de los hechos y se encarga del desalojo de los okupas. Parece un proceso complicado, pero es totalmente posible.