El Centro de Tratamiento del Alcoholismo BEDA atendió en 2018 alrededor de 300 personas, entre pacientes y familiares, en los distintos momentos y fases del programa. Y es que a lo largo del año pasado iniciaron el tratamiento para abandonar sus problemas con el alcohol 60 personas, de las 113 que acudieron para solicitar información y orientación.
Según los datos facilitado por su coordinadora y psicóloga clínica, María Bretaña, el perfil del usuario que acude a BEDA es un hombre de unos 44 años y casado. De las personas atendidas en el centro, el 71,2% son hombres y el 28,8%, mujeres, con una edad media de 44,39 años -mínima de 23 años y la máxima de 73-. Así, llama la atención sobre la edad media de inicio en el consumo de alcohol, que se sitúa en los 14,07 y que en el caso de las mujeres la media se sitúa en los 14,24 años, inferior a la encontrada en años anteriores. "La edad media en la que aparecen los problemas relacionados con este consumo es de 30 años, similar para hombres y mujeres", indican.
En cuanto al estado civil, la mayoría están casados (61%) -solteros el 28,8%-, y proceden tanto del ámbito rural como urbano, aunque este año, hay un porcentaje ligeramente superior de este último (55,9%). La mayoría de estas personas están trabajando (30,5%) o en el paro (28,8%), mientras que el resto son amas de casa, están jubilados o con algún tipo de incapacidad o baja médica.
En cuanto a los datos clínicos, desde BEDA advierten que la forma de consumo sigue siendo, mayoritariamente, un consumo diario (64,4%), aunque se mantiene el incremento de los consumos de tipo compulsivo (mucha cantidad en poco tiempo), con un 35,6%. En cuanto al consumo de otras drogas, prevalecen los fumadores, con un 71,2%, mientras que un 16,9% consumen otro tipo de drogas actualmente.
Por otro lado, María Bretaña señala en su informe que la mayoría de los usuarios acuden "empujados" por la familia (54,2%), por iniciativa propia (22%) y por derivación de profesionales sanitarios y derivados de servicios sociales (entre el 11 y el 12 %). Durante el tratamiento, el 86,4% acude con alguna persona de apoyo, que participa activamente en el mismo. La mayoría de estos familiares son parejas (39%), madres (20,3%), hermanos (11,9%), hijos (6,8%) y otros (3,4%).
La mayor parte de las personas siguen el programa. De las personas que empezaron a lo largo de este año, un 65 % permanecen en tratamiento, un 10,3% abandonaron y el resto, un 25,4% no lo iniciaron o se han trasladado de residencia