«Si transigimos y asumimos como propio el Museo de la Energía, estaremos firmando el certificado de defunción de la Ciuden (Fundación Ciudad de la Energía)», avisó este jueves el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Ponferrada, Olegario Ramón, al respecto de las negociaciones entabladas por la alcaldesa, la popular Gloria Fernández Merayo, con el Gobierno para estudiar la viabilidad de que el Consistorio se haga con la titularidad de esas instalaciones y permitir además la apertura y puesta en uso de la sección de ene.central (la antigua Compostilla I). «No sería una muerte por causas naturales; va a ser un homicidio con premeditación y alevosía», añadió Ramón al atribuir al Ministerio de Energía una estrategia para hacer desaparecer la fundación estatal.

Ramón habló de «caramelo envenenado» antes de hacer un llamamiento a los grupos municipales a oponerse a esta posibilidad sin obviar que la regidora «parece tomar iniciativas sin tener en cuenta la aritmética política» del Consistorio, donde gobierna en minoría con el apoyo de Coalición por El Bierzo. «Algo tendrá que decir el grupo mayoritario de la oposición», dijo el portavoz municipal del PSOE, que se ha pronunciado en términos parecidos a los que lo hizo hace unos días el secretario federal de Cultura de partido, el leonés Ibán García del Blanco, quien pidió al Ayuntamiento que «no se deje engañar» por el Gobierno. 

De consumarse el trapaso de titularidad, el portavoz socialista augura que el Ministerio de Energía «comprometería cierta financiación» sólo en los primeros ejercicios hasta dejarlo enteramente en manos municipales. «Supondría ya desvincularse por completo del Bierzo», señaló Ramón antes de alertar de que la planta de oxicombustión de Cubillos del Sil «también está al borde de la desaparición».

«No podemos esperar nada bueno del Gobierno municipal», prosiguió Ramón tras insistir en que la vía de futuro «no puede ser convertirlo en un museo de pueblo sin pretensión alguna». También reprochó que la regidora asegurara que los tiempos «no están para obras faraónicas» tras una alusión del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en una visita hace unos meses a la planta de Ciuden en Cubillos. «No estamos para obras faraónicas ni para faraonas», ironizó el socialista.