En ese sentido, el consejero remarcó que “habrá que saber para qué se va a utilizar la infraestructura”, ya que ello influirá en los permisos a conceder o en la regulación a aplicar. Respecto a las inversiones, Suárez-Quiñones insistió en que “el uso determinará lo que haya que hacer” aunque comprometió “todo el apoyo de la Junta”, una vez se sepa “qué se va a hacer y quién lo va a hacer”. "Puede tener uso turístico, de banco de pruebasd, de centro de fomración, aún no se sabe", ha dicho. Al respecto, el consejero recalcó que “hay que empezar la casa por los cimientos” y recordó que la decisión sobre el uso del futuro bien patrimonial recaerá en la comisión de seguimiento del Plan de Dinamización de las Comarcas Mineras.
En cuanto al proceso de inventariado de los bienes inmuebles, Suárez-Quiñones destacó que ya se ha identificado “la parte más interesante y más sustanciosa para iniciar las actividades”, según apuntaron los responsables del consorcio que promueve la implantación de un tren turístico en la vía. En ese sentido, el expediente consiguió identificar la titularidad de gran parte de las fincas por las que transcurre la infraestructura, avanzó el consejero.
Por otro lado, Suárez-Quiñones rechazó las críticas por la falta de inversión del Ejecutivo autonómico ante el deterioro de la infraestructura. “No podemos hacer inversiones públicas en aquello de lo que todavía no hemos tomado posesión”, recordó el consejero, que pidió “sensatez y tranquilidad” en el tramo final de un proceso que definió como “muy complejo”. “No hemos perdido en un minuto, más no se puede correr”, aseguró.