En la mayoría de los casos, tener los pies fríos, no tiene importancia, sobre todo si sucede en invierno, pero si es una molestia constante en cualquier época del año puede ser un aviso de algún problema de salud. Te indicamos qué enfermedades podrían asociarse a tener los pies siempre helados y las precauciones y cuidados a tener en cuenta.
- Mala circulación
Las personas que tienen altos niveles de colesterol, hipertensión, alguna cardiopatía, diabetes o son fumadoras tienen más riesgo de padecer enfermedades arteriales que pueden provocar que la sangre tenga más dificultad para llegar a los pies, por eso los notamos con una temperatura inferior al resto del cuerpo. La sensación de los pies fríos puede acentuarse y provocar otra serie de síntomas, como fatiga, dolores musculares o calambres, si existe algún problema que obstaculiza la correcta circulación sanguínea.
- Trastorno neurológico
Tener los pies fríos pero, al tocarlos sentirlos calientes, podría ser señal de un problema neurológico y suele ser bastante frecuente en personas que sufren diabetes porque tener los niveles de azúcar altos durante un periodo largo de tiempo puede dañar los nervios que envían información del cerebro y la médula espinal al resto del cuerpo. No obstante no es un mal que afecte de manera exclusiva a los diabéticos, en algunos casos se trata de una neuropatía heredada por déficit de vitaminas del grupo B (B6, B9 o ácido fólico y B12), trastornos autoinmunes, intoxicaciones por metales pesados como el plomo, lesiones que causen una presión en el nervio o un consumo excesivo de alcohol.
- Anemia
Es necesario acudir regularmente al médico para realizar analíticas que controlen la falta de hierro en el organismo, porque su déficit también afecta a la regulación de la temperatura corporal.
Por todos estos síntomas que pueden darse si se tienen siempre los pies helados, y que detallan en un artículo publicado por Banner Heath, es importante que se tomen una serie de precauciones y cuidados para prevenir la sensación de frío en los pies: evitar ropa muy ajustada porque dificulta la circulación sanguínea, el calzado debe ser transpirable y los calcetines que no aprieten, procurar no cruzar las piernas al estar sentado, realizar ejercicio con regularidad, evitar el tabaco, no poner los pies al calor (provoca sabañones) y no consumir alcohol para entrar en calor. Se puede aliviar el frío de los pies intercalando agua tibia con fría y tomar un caldo, una infusión caliente o beber mucha agua puede ser un gran remedio porque la deshidratación también provoca que los pies se enfríen.
