La marcha echó a andar con el ruido de algo más de un centenar de personas, pero se irán sumando más. El objetivo que es que esta 'ola' iniciada en la cuenca minera berciana, vaya ganando fuerza en sus etapas por el Alto Sil hasta Villablino, y de allí a Asturias.
Promovida por la Plataforma Santa Bárbara, y bajo el lema 'Por una transición justa para todos" , la marcha manifiesta su oposición a los “planteamientos de cierre” recogidos en el nuevo acuerdo marco para el sector y firmados por sindicatos y Ministerio de Transición Ecológica.
Buscan una transición justa con un plan de dinamización de los municipios mineros porque “el impacto que supone el cierre de las minas en las comarcas, lo supone también para sus negocios y todos sus habitantes”.
“En las comarcas mineras todos tenemos una relación directa o indirecta con la mina”, subrayaron los portavoces del colectivo, que reconocieron que el sector “agoniza dando los últimos coletazos”. Bajo la esperanza que tras el cierre del último pozo en El Bierzo este viernes (Pozo Salgueiro) , quizá no sea tarde para salvar las centrales térmicas.
Y justa también, reclaman, porque varios centenares de trabajadores de las subcontratas, desde transporte a mantenimiento, seguridad, limpieza... se quedan fuera del amparo del nuevo acuerdo de 'transición' que marca las ayudas, formación y prejubilaciones. Un paso este acuerdo, por tanto, hacia la incertidumbre que quieren quebrar dando pasos por las calles de los pueblos mineros que desde esta mañana atraviesan.
“Estamos hablando de gente que igual lleva 30 años de minería y de repente se queda fuera del plan social”, señaló Menéndez, quien reconoció que cada uno de los participantes tiene sus “circunstancias especiales”, aunque les une un problema común: “el cierre de las empresas mineras”.
Así lo apuntó el portavoz de la plataforma Santa Bárbara, Marcelino Menéndez, quien recordó que esta primera etapa que recorrerá los casi 43 kilómetros que separa la localidad berciana con Villablino se realizará el recorrido inverso que se hizo en la también primera etapa de la gran marcha minera de 1992.
Menéndez invitó a que a lo largo de las cinco etapas de duración de esta marcha “se una todo el mundo que quiera”. Sin embargo, reconoció que a pesar de haber hablado con los trabajadores de Compostilla para que se unieran una vez conocido el anuncio del cierre de la central térmica, éstos “prefieren ir por otro lado”, algo que el trabajador minero respeta “aunque lo ideal sería ir todos juntos e incluso haber arrancado la marcha en Ponferrada”.
“Esto es una mierda, hay que mojarse un poco, porque siempre queda algo que se pueda hacer y además ahora ya no tenemos nada que perder”, reconoció Marcelino, quien señaló que el objetivo primordial de esta marcha minera es “que la ministra cumpla su palabra y ofrezca una transición justa y ordenada en el tiempo”.
Menéndez confesó que al colectivo minero se le está derrotando “por agotamiento” y no “por lógica”, ya que bajo su criterio las empresas mineras “son viables”, por lo que abogó por regresar al “imperio de la razón y abandonar el ideológico”, ya que “hay países más verdes que España donde la minería se mantiene”.
Lo que sí tiene claro el portavoz de la plataforma Santa Bárbara es que esta marcha no precederá a ninguna huelga, sino que se trata de “una respuesta a una agresión que deja a todos estos trabajadores fuera de cualquier tipo de iniciativa”.
Iniciativas como la reactivación de la Ciuden, algo que también piden con esta movilización. “No hay otro camino, el carbón contamina, nadie lo niega, pero hay que investigar otras técnicas”, conluyó.
FOTOGRAFÍAS MARIO DE LA TORRE / INFOBIERZO
Fotografía César Sánchez
