Un arco para recordar a los pueblos abandonados del Bierzo

Santa Marina de Torre inaugura este sábado el 'Monumento a la memoria de los pueblos abandonados', que supone el colofón a su proyecto de rescate de los restos de la olvidada iglesia de Santibáñez de Montes

04 de Diciembre de 2018
Actualizado: 13 de Diciembre de 2018 a las 14:36
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El arco triunfal de la iglesia de Santibáñez, "trasplantado" en el entorno del templo de Santa Marina de Torre.

Hace ya años que parte del espíritu del desaparecido pueblo de Santibáñez de Montes vive en Santa Marina de Torre, cuya iglesia ha ido integrando los restos del templo de esa primera población, abandonada desde hace décadas, en un intento de proteger su patrimonio y preservar su memoria. Primero fue el pórtico, con sus dos característicos rosetones, y el arco de la sacristía como acceso al campanario, después se utilizó su piedra para levantar la nueva espadaña y ahora es la reubicación del arco triunfal -arco que separa la nave del presbiterio- en el entorno del antiguo cementerio como un 'monumento a la memoria de los pueblos abandonados'.

Esta iniciativa, impulsada por la Junta Vecinal de Santa Marina de Torre, ha contado con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura (ILC), el Ayuntamiento de Torre del Bierzo, Fundación Santa Bárbara y Obispado de Astorga. Dos décadas han pasado desde que se diera ese primer paso en este proyecto, cuando el pueblo de Santa Marina inició las obras de rehabilitación de su iglesia parroquial y solicitó al Obispado de Astorga y a Patrimonio de la Junta de Castilla y León permiso para utilizar algunos materiales constructivos del templo de San Juan Evangelista de Santibáñez, que se encontraba ya entonces en una situación de ruina. 

El arco del pórtico de la iglesia de Santibáñez, en la iglesia parroquial de Santa Marina.

Y aunque uno de sus primeros objetivos era recuperar el bello artesonado de ese templo -con muchas similitudes con el de Santa Marina-, comprobaron que era ya imposible. Se había desmoronado. Si pudieron trasladar algunas losas del piso, el arco del pórtico de entrada, el arco de acceso a la sacristía y, finalmente el arco triunfal. 

El arco triunfal

El arco triunfal de la iglesia San Juan Evangelista de Santibáñez de Montes lo conforman 28 piezas entre pilares y dovelas, que han estado custodiadas durante 18 años por el pueblo de Santa Marina de Torre esperando a la llegada de este momento, en el que se podrá ver de nuevo en pie al lado de su iglesia. Será inaugurado este sábado, 8 de diciembre, coincidiendo con la celebración de Santa Bárbara.

Para sacar adelante el proyecto de reubicación del arco, la Junta Vecinal ha contado con una subvención del Instituto Leonés de Cultura (ILC) -tras solicitarla tres años consecutivos-de 5.000 euros, de un presupuesto total que asciende a los 8.800 euros. Así,  supone el colofón a las labores de recuperación y puesta en valor de la iglesia parroquial y su entorno.

El arco, en su ubicación original en la iglesia de San Juan Bautista de Santibáñez.

Santibáñez de Montes

El desaparecido pueblo de Santibáñez de Montes fue abandonado por sus vecinos en la década de los años sesenta del pasado siglo  y dejó de ser entidad local en el año 2010. "Durante las décadas de los y ochenta y noventa sus abandonadas calles fueron ocupadas por decenas de vacas que deambulaban libremente por las abandonadas calles y convertían sus edificios en cuadras y establos", recuerdan. A finales de los años noventa, mediante la compra de casa por casa a los antiguos propietarios o sus herederos, el empresario minero Victorino Alonso adquiere la mayor parte del pueblo e inicia una explotación a cielo abierto en su entorno. Muchos edificios, ya en estado ruinoso, se vieron gravemente afectados y destruidos por las labores mineras, entre ellos, la iglesia de San Juan Evangelista.

El templo, en ruinas desde hace décadas.