Un inversor extranjero está dispuesto a hacerse cargo de la planta de Vestas en Villadangos del Páramo, según anunció este sábado la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien añadió que éste ha sido el resultado del trabajo desarrollado por la Fundación Anclaje, que localizó a este empresario con “experiencia de éxito en España” y con una factoría que lleva “tres años funcionando con éxito” en otra comunidad.
Para poner esta posibilidad sobre la mesa, la próxima semana está prevista una reunión con el Gobierno para darle a conocer la oferta de este inversor. “La Fundación Anclaje y la Junta estamos cumpliendo con lo que tenemos que hacer, que es buscar una solución industrial para la planta de León” que se ha “desindustrializado”, algo que está afectando “totalmente” al empleo de una provincia “con muchos problemas”.
Sin embargo, Del Olmo aclaró que la intención del Ejecutivo autonómico y la Fundación Anclaje no pasa por “interferir” en la parte social, sino que “la parte industrial y la social están separadas”, señaló. “La Fundación Anclaje no tiene intención de inmiscuirse o interferir en la negociación de ERE que se está llevando a cabo y que está próximo a cerrarse”, sino que es el comité de empresa quien tendrá que valorar “todos los factores” antes de tomar una decisión sobre los plazos y los términos de la negociación, recalcó.
“La Fundación Anclaje y la Junta estamos cumpliendo con lo que tenemos que hacer, que es buscar una solución industrial para la planta de León” que se ha “desindustrializado”, algo que está afectando “totalmente” al empleo de una provincia “con muchos problemas”. Una vez trasladado este interés, el martes o el miércoles se baraja una reunión con el Ministerio de Industria para dar a conocer al Gobierno la posible oferta del inversor.
En julio de 2005, Vestas anunció su instalación en el polígono, con una inversión de diez millones de euros y la creación de 150 puesto de trabajo. Un mes mas tarde se iniciaron las obras de la planta de aerogeneradores, con el objetivo de empezar la producción en el primer semestre de 2006. Así en marzo, comenzó su actividad de modo que la producción de aerogeneradores pudiera emprenderse en abril de ese mismo año. La compañía cumplió los plazos dados y la fábrica comenzó su actividad con la previsión de fabricar unas 300 barquillas al año del modelo V-90. El peso aproximado de las turbinas que se fabricaban en León es de 68 toneladas, y las barquillas se suministraron tanto en el mercado nacional como en el exterior.
La sociedad leonesa, muy sensibilizada con la pérdida de empleo y de población en la provincia, salió a la calle a principios de septiembre para expresar su negativa a una decisión que consideraban injusta. La clase política también se unió en contra de este anuncio e incluso el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, arremetió contra la multinacional, a la que tachó de empresa “sin alma, ni corazón ni sensibilidad.
Igualmente se sucedieron los encuentros para intentar hacer retroceder a la compañía. En una larga reunión celebrada en Madrid entre la multinacioanl danesa, el Gobierno y los agentes sociales, el Ejecutivo central llegó a anunciar un principio de acuerdo que minutos más tarde negarían tanto la Junta como los agente sociales, y aunque las negociaciones no se dieron por cerradas, sí se confió en que Vestas a la que se pidió una “garantía real y cierta”, comprometiera la búsqueda de una inversor o de una empresa que se instalara en Villadangos para así mantener el empleo y la actividad industrial en la zona.
Responsabilidad en la negociación
Así lo pidieron los responsables sindicales, quienes entienden que la llegada de un inversor será una buena noticia tanto para la actividad industrial como para el mantenimiento del empleo en la provincia de León. Sin embargo, tanto UGT como CCOO pidieron prudencia y a las partes que sean “responsables” en la negociación que habrá que llevar a cabo a partir de ahora, dijeron en declaraciones a Ical.
Desde CCOO, Gonzalo Díez Piñeles confió en que “nadie intente sacar rédito y crédito de esta operación” y estimó que si se ha anunciado esta posibilidad es porque se trata de un grupo industrial o un fondo de inversión que “tendrá el aval de ser serio”. Como “seria” calificó también Raúl Santaeufemia la llegada del inversor y desechó que pueda ser “un fondo buitre que pueda hacer ninguna cosa rara”. Igualmente, pidió a Junta y Ministerio que trabajen para convencer a ambas partes en la relevancia de “anclar” actividad industrial en la zona.
Empleo y futuro
La multinacional danesa Vestas esperó a finales del pasado mes de agosto, momento en el que finalizaba el plazo de reclamaciones de 12,5 millones de euros de ayudas que recibió del Gobierno de España y la Junta, para presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo para los 362 empleados, cuyo plazo de negociación está a punto de cerrarse, y el anuncio del cierre de su planta en Villadangos, que fulminará otros 2.000 puestos de trabajo indirectos.
Esta decisión movilizó a la sociedad leonesa, de manera que unas 2.000 personas, entre ellas numerosos dirigentes políticos, salieran a las calles de León a principios de septiembre para protestar por una decisión que consideraron injusta. También el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, arremetió contra la multinacional, de la que aseguró era una empresa “sin alma, ni corazón ni sensibilidad, que aprovechó recursos públicos y tiempos de bonanza”, para después marcharse a mercados emergentes.
A mediados de septiembre se produjo una reunión en Madrid en la que tanto la compañía como el Gobierno y los agentes sociales se comprometieron a seguir negociando para garantizar una actividad industrial en la planta de la compañía danesa en Villadangos. Aunque, tras una larga reunión, desde el Gobierno se llegó a anunciar la existencia de un principio de acuerdo que diera solución al conflicto laboral, ni Junta ni agentes sociales dieron luz verde a ese pacto sino que decidieron dar continuidad a la negociación para que Vestas comprometiera la búsqueda de un inversor o de una empresa que se instale en la factoría.
Tras esta reunión, las partes reconocieron el esfuerzo que se está realizando para alcanzar un resultado positivo para el futuro industrial de León, aunque se insistió a la hora de pedir una “garantía real y cierta” de la compañía de relocalizar la actividad en las instalaciones cuyo cierre anunció el pasado mes de agosto.
Además del pronunciamiento de las Cortes, la Junta y el Gobierno de España en defensa de la continuidad de la factoría, la Fundación Anclaje acudió a Bruselas hace unos días para pedir que Europa estudie la posibilidad de sancionar a Vestas por “un uso fraudulento de fondos públicos”. La delegación también fue recibida por responsables del Consejo Económico y Social Europeo, por IndustriAll Global Union y por el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete. En paralelo han continuado los contactos y la negociación entre el Gobierno, con el Ministerio de Industria al frente, la Junta y la empresa.
Alegría contenida
Los grupos políticos reconocieron a Ical la “satisfacción” ante la posibilidad de que el conflicto de Vestas pueda tener un desenlace positivo, aunque pidieron “prudencia” por el desarrollo de las negociaciones entre las partes a partir de ahora. Desde el Grupo Popular, su portavoz adjunto, Salvador Cruz, elogió la actuación de la Fundación Anclaje y la “experiencia de éxito” de este órgano como instrumento para resolver crisis empresariales como la de Vestas.
El secretario general del PSOE en la provincia de León, Javier Alfonso Cendón, demandó cautela y puso en evidencia que “la unidad de acción de las distintas administraciones” junto con los agentes sociales y los trabajadores constituyen “la clave del éxito y la única garantía de resolución positiva de este duro golpe para la provincia de León”.
Por parte de Ciudadanos, el procurador Manuel Mitadiel estimó que se trata de “una buena noticia”, en especial “dada la historia que hemos tenido de pérdida de empresas que generaban mayor empleo”, al tiempo que pidió a Vestas que deje “el camino libre” para la negociación que tendrá que desarrollarse ahora.
El secretario general de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, estimó que, a falta de conocer más detalles, el anuncio de la consejera de Economía y Hacienda es “una muy buena noticia”, en especial ante la posibilidad de “garantizar todos y cada uno de los puestos y mantener la actividad productiva”.
También el coordinador autonómico de IU en la Comunidad, José Sarrión, sostuvo que la planta tiene la “continuidad garantizada” siempre que el nuevo inversor decida mantener la actividad por la especialización de la factoría, así como por pertenecer a un sector “estratégico y de futuro” para España. Aunque con cierta desconfianza por las “buenas noticias industriales en lo que se refiere a León”, el secretario general de la UPL, Luis Mariano Santos, no ocultó su ilusión de que “todo sea bueno y se pueda celebrar algo”, dijo.
Unidad de acción
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, puso de relieve la “unidad de acción” que ha facilitado el que se espera que sea un desenlace positivo para la factoría de Villadangos del Páramo, y estimó que el Gobierno ha desarrollado “una gestión leal con los trabajadores, los sindicatos y el Gobierno autonómico”, por lo que insistió en que la “unidad de acción ha sido determinante en este proceso”, insistió.
Mientras tanto, el alcalde de Villadangos del Páramo, Teodoro Martínez, reconoció que el anuncio de la consejera supone “una inyección de ilusión” después de “un verano muy triste y muy preocupante en una zona muy deprimida y azotada por la falta e empleo”, e insistió en que “sea la empresa que sea, serán muy bienvenidos” y garantizó que se les tratará “de la mejor manera”.
Incertidumbre en la plantilla
Aunque era la noticia que estaban esperando, la incertidumbre reina ahora entre los trabajadores de Vestas, pendientes de conocer “cuántos puestos de trabajo va a asumir” el nuevo inversor. Así lo trasladó Andrés Turienzo ‘Piru’, que viajó en bicicleta hasta Dinamarca quien celebró que las promesas de las administraciones “se hagan realidad” a pesar de que “todo esté muy en el aire” por el momento.