La Junta de Accionistas decidió solicitar el pasado mes de septiembre el concurso de acreedores, al contar con una deuda aproximada de más de 3 millones de euros. Clínica Ponferrada llegó a esta medida ante las consecuencias económicas de la acción judicial emprendida por un accionista contra la clínica, con la imposición de una indemnización que pone en riesgo la continuidad de la empresa dedicada a la atención sanitaria, según informó en septiembre el presidente del Consejo de Administración, Antonio de Pol.
Desde su inauguración en 1996, la Clínica -que cuenta con 80 empleados- ha tenido altibajos en una gestión que en 2011 llevó a al Grupo Laber Hospitales, propietario de la Clínica Asturias, a hacerse cargo de la gestión; dirección que después recuperaron en 2015 los accionistas y desde la que lanzaron una ampliación de capital en 2018 por importe de 490.000 euros.
Dos empresas dedicadas a la gestión sanitaria, una de Madrid y otra de Castilla y León, mostraron su interés en comprar Clínica Ponferrada, presentando ambas empresas sus propuestas formales, aunque esta cuestión aún no se ha resuelto.
El hospital cuenta con 6.665 metros cuadrados de instalaciones, construidos en una parcela de 8.621 metros. El área de hospitalización, compuesta de dos plantas, está dotada de 46 camas repartidas en 37 habitaciones individuales, cuatro dobles y una suite. El área quirúrgica posee dos quirófanos y un paritorio, sala de dilatación, R.E.A., parking propio, cafetería y restaurante.