Un recorrido por los 29 años de la Pasión de Jesús en Corullón, la única ‘viviente’ del Bierzo

Este Jueves Santo, 18 de abril, se celebrará una nueva edición de este acto tradicional en la Semana Santa de Corullón

17 de Abril de 2019
Actualizado: 19 de Abril de 2019 a las 20:59
Guardar
pasion10
pasion10
La Pasión de Corullón en la década de los 90 / Fotos cedidas por Borja Ares José Luis Ares, el primero en interpretar a Jesús, instantes antes de subir la cruz

 

Tres, como las horas que rezó Jesús en el huerto de Los Olivos antes de su detención, como las veces que el apóstol San Pedro le negó o como los días que tardó en resucitar. Tres son las personas que han interpretado a Jesús en la recreación de la Pasión que celebra cada Semana Santa Corullón y que este Jueves Santo, 18 de abril, alcanzará su 29 edición a partir de las 20.30 horas.

José Luis Ares fue el primero, le sustituyó Javier Pumarega y, desde hace seis años, el encargado de representar a Jesús es Borja Ares, hijo del primero, que como su padre comenzó con 21 años. Actualmente medio centenar de personas actúa en la obra, “aunque en la primera edición no llegábamos ni a veinte”, afirma José Luis.

“La idea nos la propuso un maestro de la Bañeza que había en el colegio por aquel entonces y a todos nos pareció bien, aunque solo hacíamos tres escenas –comparecencia ante Caifás, Pilatos y Crucifixión- y el material que usábamos era muy precario; recuerdo que apenas teníamos trajes y la primera cruz la hicimos con un poste de la luz”, explica Ares. “A los seis o siete años a este profesor le dieron plaza cerca de su pueblo y se fue, pero cogió el testigo de la obra el párroco de Cacabelos, Jesús Álvarez, que sigue colaborando con nosotros”, añade.

Con los años, al igual que los intérpretes, los medios (tanto materiales como técnicos –ahora cuentan con micrófonos e iluminación-) y las escenas han aumentado. La obra comienza con el Lavatorio de pies, la Última Cena y la Oración al pie del Monte de los Olivos (en el prado ‘Perejón’, próximo al Hotel Villa Mencía); continúa con la presencia en casa de Caifás y la negación de San Pedro, realizada en la conocida por los vecinos como la ‘casa de Hermelinda’; la comparecencia ante Pilatos y los latigazos a Jesús en la ‘casa de Argimiro’; y finaliza con el ahorcamiento de Judas –una escena que realizan desde hace dos años- y la Crucifixión en la Iglesia de San Miguel, “para mí lo más espectacular por la altura de la cruz y el escenario inmejorable”, señala Ares.

Todo bajo la batuta de la Asociación Cultural San Esteban, “con especial mención a Elío Ares, presidente honorífico y uno de los principales impulsores de la Pasión Viviente”, que desde siempre ha contado con la colaboración del Ayuntamiento y de los vecinos de Corullón.

Javier Pumarega, la segunda persona que ha representado a Jesús Foto del año 2011 / César Sánchez (ICAL)

 

Lluvia, dolor e improvisación

Durante estos años, dos ediciones se han celebrado fuera del municipio berciano a petición del párroco, Jesús Álvarez, en Carracedo del Monasterio y en Torre del Bierzo. También han tenido peticiones de otros pueblos, como Toral de los Vados, pero sus protagonistas aseguran que no pretenden llevarlo fuera de Corullón “porque es algo de aquí, que ya nos caracteriza; la única representación viviente de la Pasión de Cristo que se hace en la Comarca que nosotros sepamos y queremos que continúe aquí”, ha señalado Vicente Pumarega, uno de los cinco que han estado en todas y cada una de la ediciones celebradas. Junto a él, Miguel Ares, Alfredo Ares, José Luis Ares y Miguel Ángel Montero.

Ni las temperaturas bajo cero, ni la lluvia o la nieve han impedido ningún año que se celebre esta tradición en Corullón “porque las ganas nos pueden” y cada vez gana más popularidad y público de toda la Comarca. Los cinco ‘veteranos’ mencionados anteriormente cuentan que solo una vez estuvo a punto de suspenderse. “Fue de los primeros años que lo hacíamos, llevaba diluviando desde mediodía sin parar y lo suspendimos, pero llegó el cura y dijo que se hacía. Muchos de los ‘actores’ ya se habían ido a casa así que ese año salieron solo 6 o 7 apóstoles”, recuerda José Luis.

De I a D: Miguel Ares, Alfredo Ares, José Luis Ares, Miguel Ángel Montero y Vicente Pumarega, los cinco veteranos

 

En otra ocasión, a causa del dolor de los latigazos, Ares reconoce que estuvo a punto de parar la obra, pero continuó. Respecto al dolor, su hijo y actual Jesús, Borja, asegura que “los golpes duelen y dejan marca, pero se pasa en el momento”. “Todo compensa porque se liga mucho, las señoras siempre nos dan muchos besos, sobre todo las mayores de 60”, bromean los veteranos.

Casi 29 años dan para muchas anécdotas, sobre todo algún olvido del texto, improvisaciones o despistes por “los nervios del directo”. “Un año, en la celebración de la Última Cena, era el turno de palabra del apóstol Juan pero no escuchó la intervención anterior y contestó otro por él; y así unas cuantas”, recuerdan con una sonrisa. “A pesar de ello todos nos sabemos los papeles de los demás al repetirlo año tras año; antes ensayábamos con dos meses de antelación pero ahora la mayoría estudia o trabaja fuera y solo podemos hacerlo durante un par de semanas previas, pero aun así siempre confiamos en que venga mucha gente a vernos y salga todo bien”.

Este Jueves Santo a partir de las 20.30 volverán a enfundarse los trajes para representar los pasajes de la Biblia más señalados de la Semana Santa. Y, por si alguien interesado se lo pierde, dos semanas después proyectan la obra en el Hotel Villa Mencía, ya que siempre lo graban en vídeo. No hay excusa para perderse este espectáculo, que ya es un icono de Corullón.

Borja Ares durante la representación de 2015 / César Sánchez (ICAL)