Una vecina de Borrenes denuncia la colocación de lazos de caza que provocaron heridas a su perro

La dueña del perro afectado ha culpado a los cazadores furtivos, pero también a las instituciones por "tener los pueblos del Bierzo en estado de abandono"

14 de Julio de 2020
Actualizado: 17 de Julio de 2020 a las 11:44
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Imágenes cedidas por la propietaria del perro herido



 

Una vecina de Borrenes ha denunciado el "estado de abandono" que sufren los pueblos del Bierzo después de que su perro sufriese heridas al qudar atrapado en un lazo para jabalíes.

"Mi perro se adentro en un zarzal mientras yo estaba al borde del mismo, pensando que solo iba a beber agua a la reguera, pero me alerté cuando empecé a oír sus ruidos quejosos", ha relatado la afectada. "El perro sufría y yo no sabía cómo atravesar los zarzales y la maleza que rodea la reguera para llehgar hasta él; así estuve estuve durante aproximadamente dos minutos hasta que me envalentoné a adentrarme por un camino de jabalíes y dar así con mi perro, que seguía quejándose cada vez más".

La afectada ha explicado que tuvo que pedir ayuda para liberar al animal, "pues cuanto más tenso estaba el animal más se apretaba el lazo". "Finalmente unos vecinos escucharon mis gritos y pudieron ir a por herramientas para cortar el maldito lazo del cazador furtivo".

Tras vivir esta situación, la dueña del animal herido ha querido contar la historia para denunciar públicamente "la crueldad de los cazadores furtivos, por la colocación de trampas ilegales que provocan un sufimiento terrible a jabalíes, corzos o , como me sucedió, a perros", pero también para protestar por la situación "de abandono" que viven los pueblso de la Comarca.

"La culpa de esto también es de las administraciones, tanto locales como comarcales, provinciales y regionales", añadiendo que, "omo parece que políticos, turistas y empresarios solo vienen a los pueblos a hacerse fotos, les haré una breve descripción de lo que supone la vida en el mundo rural: prácticamente todas las fincas están 'a poulo' y ya no se distinguen pueblo de monte; aunque vivimos en plena naturaleza no podemos ir a hacer deporte o pasear a casi ningún sitio, pues la mayoría de los caminos están tupidos de maleza. La reguera de Borrenes, un posible espacio de esparcimiento y frescor para el verano y que es responsabilidad de la Confederación Hidrográfica, está abandonada desde hace años. Los jabalíes, como es natural, se esparcen a placer por aquellas zonas que no son tocadas por el hombre desde hace años y, así, se atreven a pasearse por el pueblo, atrayendo de esta forma a estúpidos cazadores furtivos que creen que la mejor solución para que los jabalíes no destrocen las pocas huertas que hay es cazar sanguinariamente. Más de la mitad de las casas del pueblo están en ruinas, haciendo que sea peligroso pasar cerca de sus paredes medio derruidas y sus tejados a punto de desplomarse, las antiguas huertas están cubiertas de zarzales y herbazales y, al mismo tiempo, plagadas de pozos ilegales sin tapar. Aquí no hay quien viva".