Una 'zancadilla' legal deja a los hosteleros de Castilla y León sin ayudas por el cierre obligatorio

La posibilidad de ofrecer café y comida para llevar ha dejado sin efecto la prestación económica de cese de actividad a los hosteleros de la Comunidad

07 de Noviembre de 2020
Actualizado: 10 de Noviembre de 2020 a las 10:25
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cierre hosteleria
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El Gobierno ha asestado un nuevo golpe a la hostelería en Castilla y León, trazando una argucia -que es más bien una trampa-, para crear un vacío legal que deja a todos los negocios del sector sin las ayudas. Ayudas que resultan imprescindibles para la supervivencia de este ámbito de la economía en peligro de extinción.

Con la obligatoriedad del cese de actividad, se anunciaron ayudas compensatorias que rondarían los 460 euros en la prestación extraordinaria para autónomos. Los autónomos se aferraban a este clavo ardiendo para resistir los envites del cierre.

Pero se han topado de bruces con una realidad que nadie vio venir. Y es que la letra pequeña ha puesto una nueva zancadilla a esta carrera de obstáculos. Las mutuas han interpretado una directriz de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social a la que ha tenido acceso InfoBierzo, por la que deniegan la cuantía a los hosteleros.

¿Por qué? Porque la normativa de la Junta que obligó al cierre de los negocios permite la venta de café y comida para llevar. En un principio, cabía esperar que aquellos negocios que decidieran no acogerse a dicho permiso, podrían acceder a las ayudas, y quienes ofreciesen el servicio 'to go', no. Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, y salvo que las mutuas o el Gobierno hallen una solución, los hosteleros se quedan sin ayudas independientemente de que mantengan o no entregas para llevar o a domicilio.

La culpa última recae en el artículo 13 del Real Decreto-Ley 30/2020, de 29 de septiembre (PECANE I), que indica que "únicamente los trabajadores autónomos que se vean obligados a suspender todas sus actividades como consecuencia de la resolución adoptada por la autoridad competente, a fin de detener la expansión descontrolada del COVID-19, tendrán derecho a una prestación económica de cese de actividad de naturaleza extraordinaria".

“En efecto, resulta claro que el objetivo de la norma es reconocer el derecho a esta prestación extraordinaria solo en el caso de que el trabajador autónomo se vea obligado a cesar completamente su actividad, sin que proceda tal reconocimiento cuando se permita mantener una parte de la actividad”, cita textualmente el informe de la Delegación General de Ordenación de la Seguridad Social.


A pie de calle la indignación y el hastío, caen como un jarro de agua fría. Algunos negocios ni siquiera estaban al tanto de la maniobra. Otros apelan a la esperanza de que la norma sea rectificada y puedan acceder a la ayuda. Pero la opinión predominante califica la argucia como una "jugarreta" malintencionada. 

Y es que por mucho que quieran ofrecer café para llevar o servir comida a domicilio, las cuentas simplemente "no salen". Es ingenuo y casi utópico creer que con una reducción del volumen del negocio tan abrupta, se puede salir adelante sin apoyos de ningún tipo. 

A los locales más 'conocidos', más transitados o mejor ubicados, puede servirles como aliciente el beneficio de los pedidos para llevar, pero no compensa del todo; por no mencionar aquellos a los que esta estrategia "no les funciona", como lamentan algunos. Porque además, como todos ellos corroboraron al unísono en la concentración del jueves frente a la oficina de la Junta de Castilla y León en Ponferrada, lo que quieren es trabajar. Pero encima de que no les dejan, tampoco les ayudan a subsistir.

Recurrimos a los expertos para ahondar en la cuestión. Desde una asesoría corroboran la legislación: ningún hostelero podrá solicitar en Castilla y León las ayudas correspondientes al PECANE I. Ello a la espera de que sea la propia Junta quien habilite otra línea de ayudas que rescate al sector en la Comunidad.

Otra cuestión que denuncian los expertos consultados por InfoBierzo, es el temor a que en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) puedan seguir el mismo rumbo y la misma 'letra pequeña'. 

Finalmente, ponen el foco en otra cuestión que 'ahoga' a los autónomos. Y es que, a diferencia del primer Estado de Alarma, en esta ocasión al tratarse de un cierre autonómico, los hosteleros están obligados a abonar todos los módulos, porque la obligación de cierre parte de Castilla y León, una cuestión para la que Hacienda no contempla ni aplica ninguna reducción de los impuestos.

Así las cosas, los hosteleros, autónomos, asesores y gestores se llevan 'las manos a la cabeza' con este nuevo rapapolvo, un clavo más en el ataúd del sector más vapuleado por la crisis del Coronavirus.