En segundo lugar, IPA Joven plantea implementar un plan de apoyo integral que no tenga en cuenta solo las políticas agrarias. Asimismo, exige establecer ayudas directas a aquellos agricultores y ganaderos en edad de jubilación que cedan su explotación a un agricultor o ganadero genuino. UPA plantea que esta ayuda se dé bajo el compromiso de una cesión total, por un máximo de siete años y que sea mayor en función del tipo de agricultor o agricultores que reciba la explotación, de tal forma que se priorice a los jóvenes y a aquellas explotaciones que tengan una dimensión máxima.
En cuarto lugar, la opa reclama que se defina la figura de “jefe de explotación” cuando se trata de incorporar a un joven a una entidad asociativa. Que no se le exija que controle más del 50 por ciento de la explotación, que las ayudas a la incorporación se establezcan en función de la participación del joven en la entidad asociativa.
Por último, plantea adecuar la fiscalidad a la prioridad del relevo generacional. Es necesario garantizar que las ayudas a la incorporación o mejora de jóvenes no tributen en el año fiscal en que se conceden, sino que se prorrateen en los cinco años siguientes. Además, las cesiones de derechos de familiares a jóvenes que se incorporan no deberían verse afectadas por IVA ni tributar por incremento patrimonial.
La organización considera "fundamental" la actividad que desempeñan las explotaciones familiares agrarias ocupando y gestionando el territorio, por lo que "actuar en defensa de las mismas resulta esencial para la vitalidad de los pueblos".
Por este motivo, UPA Joven en Castilla y León reclama un apoyo decidido de todas las administraciones, cada una en su ámbito de actuación, para impulsar y atraer a jóvenes profesionales en la agricultura y ganadería, “puesto que ellos sí son la verdadera savia que puede mantener vivo el mundo rural”.