Los mamuts se extinguieron hace unos 4.000 años. Resucitarlos significaría demostrar las capacidades de la ingeniería genética para conservar especies extintas o en peligro de extinción.
Un puto clave para este logro es la buena conservación del ADN de estos animales. De hecho, hace pocos meses se encontró un colmillo de mamut que conservaba el ADN de miles de años.
La tecnología CRISPR, que tan revolucionaria ha sido en biología en los últimos años, permite modificar el genoma de un ser vivo extrayendo partes del ADN para luego insertarlos en otro lugar. Con esta idea en mente, se podría extraer parte del ADN de un mamut para insertarlo en elefantes. El resultado esperan que sea un híbrido entre ambas especies con las capacidades suficientes para sobrevivir en entornos como el Ártico.
La finalidad es repoblar zonas en las que anteriormente vivía pero actualmente están abandonadas. Además, también podría servir en un futuro para salvar especies en peligro de extinción.