El principal motivo de esta inquietud, por parte de los usuarios de WhatsApp, ha venido provocada como consecuencia de una mala interpretación del intercambio de datos de la plataforma de mensajería, con la red social Facebook, y que podría provocar que las conversaciones personales e, incluso, las llamadas pudieran ser vistas y registradas, tanto por Facebook como por WhatsApp.
Ante esta situación, miles de usuarios han optado por desinstalar WhatsApp de sus smartphones y descargar otro tipo de aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram o Signal que les permitan comunicarse a través del móvil, sin necesidad de que sus datos personales se puedan llegar a ver comprometidos.
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Como consecuencia de este éxodo de millones de usuarios, hacia otras aplicaciones de mensajería, WhatsApp ha decidido retrasar la entrada en vigor de su actualización de políticas de privacidad y condiciones de servicio hasta mayo. Además, la plataforma de mensajería propiedad de Facebook ha recalcado que esta nueva actualización no reduce la seguridad y privacidad de la plataforma, señalando que 'nos aseguraremos de que los usuarios tengan mucho tiempo para revisar y entender los términos. Tengan la seguridad de que nunca planeamos eliminar ninguna cuenta basada en esto y no lo haremos en el futuro'.