Precisamente este miércoles, el trabajador, de 37 años, ha recibido el alta médica por parte de la mutua cuando el pasado 5 de junio fue despedido por la empresa. A pesar de tener el alta, Roldán se niega a readmitirle.
Fernández ha estimado que situaciones como la de este trabajador provocan desprotección: "nos preocupa que este tipo de medidas que toman tanto empresa como mutuas, que en teoría son sinónimo de lucro, nos lleven a que en cualquier momento que tengas una baja vayas con un brazo roto o en una situación extrema a trabajar. Queremos estar de baja sin coacciones".
Desde el comité de empresa estiman que la responsabilidad debe recaer en la Mutua Gallega por mala praxis, de ahí la concentración de este jueves frente a sus oficinas, una continuación de las protestas que tuvieron lugar el jueves pasado frente a la fábrica de Roldán, en Santo Tomás de las Ollas.
La empresa se escuda en que ha sobrepasado la media de días de baja en los años que lleva trabajando, "más de 600", apuntan desde Roldán. Gran parte de esos días de baja, 233, son de un esguince que sufrió en su turno laboral del que recayó días después de reincorporarse.
Felipe Fernández, del comité de empresa de Roldán /Fotos de Víctor Alón.
Los empleados de Roldán se manifiestan frente a la sede de Mutua Gallega.