El comedor escolar es un importante instrumento de conciliación de la vida familiar, laboral y escolar. Es, además, un servicio que favorece la compensación de posibles carencias socioeconómicas y, por ello, es garante de la escolarización en condiciones de igualdad. Prueba de ello son los casi 34.800 escolares que cada día hacen uso de este servicio en los 468 comedores que existen en los colegios públicos de infantil y primaria de Castilla y León.
Por ello, desde la Administración educativa autonómica manifiestan prestar "especial atención" a la regulación y tramitación de las ayudas de comedor escolar para "facilitar el acceso al mayor número posible de alumnos, mitigando así las diferencias socioeconómicas que pudieran sufrir las familias". Estas ayudas consisten en una bonificación del precio del menú, que puede ser del 50 %, del 75 % o del 100 %. Las becas del 100 % se conceden, además de a los transportados, a quienes tienen una renta por la unidad familiar por debajo de unos umbrales; a las familias numerosas de categoría especial; a alumnos en situación de acogimiento; a víctimas de violencia de género; a víctimas de terrorismo y en determinados casos de situaciones carenciales específicas; las del 75 % por motivos de renta; y las de 50 % se reconocen por motivos de renta y por ser familia numerosa de categoría general.