
Los trovadores y los templarios, las lechuzas y los halcones, ya tutelan los 80 puestos de este mercado artesano.

A lo largo de la calle Gil y Carrasco, con el castillo haciendo pasillo; en la plaza de la Encina, bajo la mirada de la Basílica, y en la plaza del Ayuntamiento, el mercado medieval ambienta la zona histórica de la ciudad. Un total de 80 puestos artesanos en un marco incomparable.
Artesanos del cuero, cerámica, armas, plata, bisutería, y una oferta gastronómica desde el pulpo al pan de leña, cervecería o crepes se ofrecen al paso por estas calles y plazas emblemáticas. Y también existen actividades como el carrusel y el galeón para los más pequeños.
Hasta el día 9 abrirá de 13.30 a 14.30 y de 18 a 23 horas. A destacar además actividades de recreación medieval, con pasacalles, cuenta cuentos y cetrería.
El colectivo de artesanos de Castilla y León, El Quijote, ha contado con grupos locales como Bergidum Templi para la ambientación, además de invitar a otros colegas de Ourense y Lugo por la cercanía.
La presidenta del Patronato de Fiestas, Mª Antonia Gancedo, destacó la acogida que tiene esta actividad y el "ambiente que aporta a esta zona" durante los días festivos.
