La primera riada corta el acceso a Toral de Merayo tras la inversión millonaria en el nuevo puente

Los vecinos recuerdan que se construyó el puente, pero el vial sigue sin elevación y el río pasa sobre la calzada con la primera crecida.

10 de Enero de 2016
Actualizado: 14 de Enero de 2016 a las 15:02
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La obra ejecutada por Dragados y proyectada por Confederación Hidrográfica Miño-Sil no ha tenido los efectos deseados. Los vecinos recuerdan que se construyó el puente, pero el vial sigue sin elevación y el río pasa sobre la calzada con la primera crecida.

Un modernio vial que viene a solventar de forma definitiva el acceso a esta pedanía, una de las más habitadas de Ponferrada... Era la valoración en octubre de Confederación y Ayuntamiento, pero tres meses después, y a la primera (riada), el resultado es el mismo que antes de emplear 1.7 millones de euros de inversión pública en esta intervención integrada en la protección de márgenes del Sil: Los vecinos se han topado con vallas a la entrada del puente y el acceso cortado, teniendo que utilizar la carretera de entrada por Villalibre, lo que suma una decena de kilómetros por la N-536 para llegar al pueblo.

La obra ejecutada por Dragados y proyectada por Confederación Hidrográfica Miño-Sil no ha tenido los efectos deseados. Y es que como recuerdan varios miembros de la Junta Vecinal, presentes este domingo junto al acceso cortado, ya habían advertido que la construcción del puente no solucionaría la inundabilidad de la carretera, ya que el río cuenta en este punto con dos brazos y un segundo puente. Es decir, la carretera vuelve a descender varios metros desde el puente hasta la elevación del segundo paso, y en este punto es donde el río salta por encima del asfalto. Los vecinos reclaman que la carretera se eleve de forma paulatina hasta el nuevo puente, con aliviaderos, para evitar un episodio que se volverá a producir cada vez que exista crecida, como ha quedado demostrado en la primera.

En ocasiones la ingeniería parece chocar con el sentido común o las recomendaciones de quienes conocen desde hace décadas (los vecinos) en qué punto salta el agua... O lo que en resumen significa que esta destacada inversión ha servido para un bonito puente, que no ha arreglado nada. La Junta Vecinal espera que el Ayuntamiento de Ponferrada -que puso 300.000 euros para la obra- y Confederación tomen medidas inmediatas.

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