Amancio Prada 'echa la primera mano' a la "Acera de los artistas" en Ponferrada frente al Teatro Bérgidum por su XX Aniversario

El 1 de octubre de 1996, Amancio Prada era el primer artista en pisar el escenario del Bergidum. Este sábado, 20 años después, vuelve a ofrecer un concierto e inaugura el Paseo de los Artistas.

01 de Octubre de 2016
Actualizado: 09 de Octubre de 2016 a las 17:22
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El 1 de octubre de 1996, Amancio Prada era el primer artista en pisar el escenario del Bergidum. Este sábado, 20 años después, vuelve a ofrecer un concierto e inaugura en la calle Ancha el Paseo de los Artistas.

Fue hace 20 años, con la presencia, entre los invitados, de la Reina Doña Sofía, y el intérprete berciano ofreció aquel día uno de los trabajos más redondos de su ya larga carrera musical: la adaptación del ‘Cántico espiritual’ de San Juan de la Cruz.

Justo veinte años después, Amancio Prada volverá esta tarde al escenario ponferradino y antes ha puesto sus manos sobre la acera para dejar una marca que mira a la posteridad y reclama "la memoria de los artistas" que ha dado la ciudad.
Serán las primeras manos que adorne la acera de la calle Ancha, frente al teatro Bérgidum, donde dejarán su huella los principales artistas que actúen en la sala municipal y otros reconocidos de la comarca berciana.

Prada agradeció el gesto de “cariño” que se ha tenido con su figura debido a que fue el primero que actuó en las tablas del Bérgidum cuando se inauguró hace 20 años. Además, estimó que esta acera tendrá que ser “muy ancha y muy larga” para poder albergar los nombres de todos los artistas, músicos y poetas que han pasado por este espacio durante estas dos décadas “y los que pasarán”.
Para Prada, el arte “no se acaba nunca, renace” y al tiempo que plasmaba su rúbrica y su huella, confió en la implicación tanto de las instituciones como de las empresas y el público, en el mundo de la cultura. En ese momento recordó una frase de Lorca en la que decía que “el teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso”. Por eso, incidió en que un pueblo que no apoya su teatro “si no está muerto, está moribundo”.

Así arrancan los actos en homenaje al XX aniversario del teatro ponferradino. Desde que abriese sus puertas reformado en 1996 después de 7 años clausurado, más de 750.000 espectadores han asistido a alguna de las 2.500 funciones programadas desde la reinauguración.

Hay que echar la vista atrás, hasta la alcaldía de Celso López Gavela y la fecha de 1991 para contar los orígenes del nuevo teatro.
El entonces alcalde a través de una permuta lograba que el Ayuntamiento se hiciera con la propiedad del antiguo teatro-cinematógrafo Bérgidum, un edificio estrenado en 1946 y que permanecía cerrado desde 1989. Cuatro años de obras y una inversión de más de cuatrocientos millones de las antiguas pesetas ya bajo mandato de Ismael Álvarez, hicieron realidad la reforma diseñada por el arquitecto Andrés Lozano, que respetó las líneas sencillas de la fachada original de Javier Sanz, elevada a más altura. Y en el interior se mantenían las escalinatas de mármol, caoba y nogal blanco, 674 butacas de terciopelo rojo, seis palcos, siete camerinos y la antigua lámpara que colgaba del vetusto Bérgidum.

Precisamente la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo, quiso agradecer a todos los alcaldes que desde 1996 "han mimado este teatro" y reforzado su programación.

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