La Asociación de Castañicultores de los Tres Valles —que agrupa a productores de Balboa, Barjas y Vega de Valcarce— presentó su memoria de actividades con un balance de la última década y un mensaje claro: es imprescindible un mayor apoyo de instituciones para mantener vivo el sector del castaño en la comarca.
El presidente de la asociación, José Luis García, señaló que “toda la vida hemos estado enfocados en la defensa del castaño y los objetivos que nos hemos marcado se han cumplido, pero ahora necesitamos ayuda para seguir creciendo”. Actualmente, la entidad cuenta con 35 socios, “muy pocos para el potencial de la zona”, añadió.
En su intervención, insistió en la necesidad de convenios con ayuntamientos y administraciones para mantener limpios los sotos y caminos tradicionales, una tarea clave tanto para la rentabilidad como para la prevención de incendios:
“Un castaño limpio frena las llamas. Es un valor medioambiental que hay que proteger. Pero la limpieza cuesta dinero y ahí necesitamos que se firmen convenios que permitan mantener abiertos los caminos y recuperar rutas tradicionales ligadas al castaño”.
El presidente reconoció que la campaña actual "espera con ansias las lluvias" y que el sector arrastra varias cosechas pobres desde 2019: “En estos diez años parece que nos ha tocado el periodo más pobre. La producción es insignificante en comparación con lo que debería ser.
Más allá de las dificultades coyunturales, José Luis lanzó una reflexión estratégica sobre el futuro de la asociación: “He querido aprovechar este momento para abrir un tiempo de reflexión. Necesitamos fijar un rumbo claro. Igual tenemos que dar un paso más, seguir creciendo como asociación. Necesitamos que gente joven tome el relevo, que coja las riendas y dé otra finalidad al trabajo hecho hasta ahora”.
El presidente recordó que el castaño es uno de los pocos motores económicos de los municipios del área:
“Para estos cuatro municipios, el castaño es más importante que para otras zonas porque no tenemos mucha diversificación. Tenemos la ganadería, el Camino de Santiago y los castaños, y no tenemos mucho más. Por eso es vital que no decaiga”.
Según los cálculos de la asociación, en una campaña buena la producción del Bierzo podría rondar los 8 o 9 millones de kilos de castaña, y en los tres valles se podría reunir un 15 y un 20 % de esa capacidad.
La Asociación de Castañicultores de los Tres Valles reitera su disposición a colaborar en planes de recuperación, formación y mejora de sotos, pero pide “compromiso real de las instituciones, desde los ayuntamientos hasta la Junta y la Unión Europea”, para garantizar la viabilidad de un cultivo que es patrimonio cultural, económico y medioambiental del Bierzo.
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