Así lo han informado este miércoles la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y su homólogo de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Finalmente, no se ha planteado modificar las limitaciones acordadas previamente como se pensó esta mañana.
El Ministerio de Sanidad habría sondeado a los consejeros de algunas comunidades autónomas sobre la posibilidad de adelantar el toque de queda a las 20:00 horas durante la Semana Santa, y pese a que algunas comunidades como Castilla y León sí estaban de acuerdo con estas medidas, otras como Madrid no, por lo que finalmente la idea ha sido desechada.
A este respecto, el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, pubicó esta mañana un mensaje en su perfil de la red social Twitter manifestando que "Es una medida eficaz y el gobierno tendrá nuestro apoyo si lo precisa. Lo primero es evitar la cuarta ola y salvar vidas. No haremos política con esto", expuso.
Cabe recordar que Castilla y León ya decretó el toque de queda a las 20:00 horas que fue anulado un mes más tarde por el Tribunal Supremo tras la alegación del Gobierno central.
En el Consejo Interterritorial ya aprobó el pasado 10 de marzo un paquete de medidas, que se mantiene, para el puente de San José y Semana Santa que contó con el acuerdo de todas las comunidades autónomas excepto Madrid, que votó en contra, y Cataluña, que se abstuvo.
El acuerdo incluía el cierre perimetral de las comunidades autónomas entre el 26 de marzo al 9 de abril, imponer en todo el territorio un toque de queda que va entre las 23.00 y las 6.00 en esas fechas, aunque las comunidades pueden adelantarlo a las 22.00, horario establecido en Castilla y León.
En cuanto al número de personas que se pueden reunir, se limitará a un máximo de cuatro en espacios públicos cerrados y seis en espacios públicos abiertos, salvo que se trate de convivientes. En espacios privados, las reuniones se limitarán a convivientes. Además, el CISNS recomendaba evitar eventos masivos “de cualquier índole” que impliquen “aglomeración o concentración de personas”.
Pese a que no se han ampliado ni endurecido las medidas para la Semana Santa, el ministerio está especialmente preocupado por los datos más recientes de la pandemia. Darias alertó de un cambio de tendencia, debido a un repunte que ya se registra en diez comunidades autónomas. “Tenemos que revertir esta tendencia”, dijo porque de lo contrario el “camino” será un incremento de casos, una subida de la incidencia, de las hospitalizaciones, de los enfermos críticos y de los fallecidos. Esta mañana, la consejera de Salud de Castilla y León, Veronica Casado, ya alertaba sobre una "inminente cuarta ola" y volvía a pedir precaución.
Darias dejó en manos de las comunidades autónomas la posibilidad de endurecer las medidas de “mínimos” acordadas el 10 de marzo para la Semana Santa por parte del Gobierno y las autonomías.
“Son medidas de mínimos”, dijo la ministra de Sanidad, que añadió que establecen un marco común de obligado cumplimiento, pero que cada comunidad puede establecer medidas más restrictivas en función de su situación sanitaria y epidemiológica, como hacen ahora.
La ministra insistió en que España se enfrenta a un momento “clave” y “decisivo” en el que deben extremarse las medidas de control.
Por tanto, la titular de Sanidad insistió en que queda al "albur" de cada comunidad autónoma la posibilidad de endurecer las medidas comunes pactadas para la Semana Santa en función de la evolución de la pandemia, que ya registra en España un repunte hasta los 132 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
