El proyecto de tren turístico Ponfeblino es uno de los beneficiarios provisionales del paquete de ayudas dirigidas a proyectos de infraestructuras ambientales, sociales y digitales en municipios de zonas afectadas por la transición energética en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En concreto, el antiguo tren minero recibirá cuatro millones de euros para la ejecución de las obras necesarias para que la línea de ferrocarril vuelva a ser útil para la circulación de trenes a lo largo de 58 kilómetros de vía, según explicó la consejera comarcal de Turismo y presidenta del consorcio del tren turístico, Alicia García.
Una cita de presentación del proyecto que ha tenido lugar este viernes en la sede del Consejo Comarcal del Bierzo, y que ha contado con la presencia de Alicia García, presidenta del Consorcio del Ponfeblino, junto al edil de Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso, y alcaldes y representaciones de varios municipios bercianos y lacianiegos, como Mario Rivas, regidor de Villablino, Ángel Calvo, alcalde de Páramo del Sil, Roberto Fernández, y otras personalidades políticas de Toreno o Cubillos del Sil, entre otros. "Nosotros como Consorcio del Tren Turístico Ponfeblino tenemos este viernes el honor de dar la buena noticia de que hemos recibido la comunicación de la resolución provisional por parte del ITJ, por la que se ha resuelto la convocatoria de ayudas dirigidas a proyectos de infraestructuras a la que nos presentamos el pasado 29 de julio del 2022. Nos presentamos con un proyecto muy sólido y trabajo y que ha resultado muy bien valorado", apunta Alicia García.
Respecto al proyecto presentado ante el ITJ sobre el Ponfeblino (58 kilómetros), la presidenta del Consorcio afirma que "queremos utilizar este proyecto para recuperar la línea ferroviaria Ponferrada - Villablino como cambio de modelo productivo que teníamos hasta la fecha en nuestros territorios. En este cambio de modelo queremos centrarnos en el turismo sostenible y ecológico. La cuantía de la subvención que nos han otorgado es de 3.999.189,06€ y con un plazo de ejecución del proyecto será de 3 años. Como futuros desarrollos también tenemos previsto aumentar la extensión del proyecto hasta su punto inicial, que es Ponferrada, mediante planteamientos para acomodar la traza del ferrocarril con la organización urbanística de Ponferrada".
Además, en lo que se refiere a las principales obras que vamos a llevar a cabo están todas las obras necesarias para dejar la línea de ferrocarril expedita, como también todos los sistemas de señalización, seguridad y comunicación. Además, la recuperación del coche de viajeros y soluciones tecnológicas relativas al uso de diferentes combustibles para las locomotoras, por ejemplo como ya se ha puesto en manifiesto, la 'PV9 Wagner' que ahora mismo está en las instalaciones de Ciuden", explica García añadiendo que "es un proyecto que va a estar enfocado a la recuperación de la infraestructura viaria y de los materiales móviles mediante el desarrollo de trabajos técnicos especializados para conseguir una línea de ferrocarril útil para la circulación de trenes".
EL FUTURO DE LA RECONSTRUCCIÓN
Una vez la concesión de la ayuda se eleve a definitiva, los trabajos contarán con un plazo de ejecución de tres años, señaló García, que compareció acompañada de representantes de los Ayuntamientos implicados en el proyecto -Ponferrada, Cubillos del Sil, Toreno, Páramo del Sil, Palacios del Sil y Villablino. Al respecto, el proyecto prevé recuperar su extensión original, con salida en la capital berciana, municipio en el que gran parte de la infraestructura ya ha desaparecidor
En ese sentido, el proyecto se centra en la recuperación de la infraestructura viaria y los materiales móviles. Así, las actuaciones servirán para abordar los problemas causados por el vandalismo y el deterioro en varios puntos del trazado, así como para renovar los sistemas de señalización, comunicación y seguridad a lo largo de la línea. También se trabajará en los distintos pasos a nivel, puentes y taludes, así como en los 12 túneles existentes a lo largo del trazado.
Por otro lado, el proyecto también promoverá la recuperación de los antiguos coches de viajeros y la puesta en marcha de combustibles alternativos en las locomotoras de vapor. Por el momento, las estaciones y apeaderos quedan excluidos de las actuaciones, aunque García avanzó la intención de optar a otras líneas de financiación para abordar esta cuestión. “No nos podemos quedar quietos”, recalcó la presidenta del consorcio.
Por parte de las administraciones locales, el alcalde de Villablino, Mario Rivas, señaló que el de hoy es “uno de los días más felices de los últimos años”. Rivas destacó el trabajo del consorcio para sacar adelante un proyecto con posibilidades reales de transformar el modelo productivo de la zona y reutilizar la antigua línea del tren minero en el ámbito del turismo sostenible y ecológico.
En la misma línea, el edil de Medio Rural de Ponferrada, Iván Alonso, valoró la jornada de hoy como la “primera piedra” de un proyecto que en el pasado se consideró “totalmente inviable”. El resto de representantes locales destacaron la importancia de potenciar el sector turístico en cada uno de los municipios para crear un “proyecto vertebrador” en las comarcas del Bierzo y Laciana.
Esta historia comienza en 1918, cuando el mundo se encontraba sumido en la Primera Guerra Mundial. El conflicto bélico provocó que España hiciera frente a un desabastecimiento energético que puso sobre la mesa la necesidad de potenciar los recursos carboníferos nacionales. Los propietarios de las minas de Villablino constataron la premura de disponer de un tren que uniese la capital del Bierzo con el valle de Laciana. El proyecto del Ferrocarril de Ponferrada a Villablino data del 22 de enero de 1918, rubricado por el ingeniero José María Alonso Areyzaga.
Al recibir la propuesta, el entonces ministro de Fomento, Francisco Cambó, convocó una reunión con los empresarios mineros con el objetivo de llevar a las Cortes un proyecto de Ley especial para agilizar los trámites de concesión del ferrocarril, dada la inminente necesidad de que se hiciera efectivo. Las cámaras y el Rey Alfonso XIII aprobaron la concesión, bajo la obligación de que el ferrocarril fuese construido en un periodo de 14 meses. También se marcó como ‘conditio sine qua non’ que el tren incluyese el servicio de transporte público para pasajeros.
El tren Ponfeblino en Villablino, años 80 / Foto de la colección de postales 'Vapor en negro' (www.elferrocarrildeluismi.wordpress.com)
Construcción en tiempo récord
El 25 de julio de 1918 comenzaron las obras, con un presupuesto inicial de 8.162.000 pesetas. En la construcción se emplearon 5.000 obreros que tuvieron que hacer frente a las dificultades orográficas del terreno. Como consecuencia, fue preciso excavar varios metros de túnel y construir numerosos puentes y muros de contención. La epidemia de gripe redujo la cifra de trabajadores a 1.200, pero ni siquiera esto supuso un obstáculo para cumplir los plazos fijados por el Gobierno. Se construían 600 metros diarios de vía y los edificios de las estaciones se edificaban a medida que el tren llegaba a ellas, trasladándose en el mismo los materiales precisos para avanzar con la construcción.
Durante el transcurso de las obras nació la Minero Suderúrgica de Ponferrada (MSP), constituida con el objetivo principal de hacerse cargo del proyecto del Ponfeblino y con un capital de 30.000.000 pesetas.
Finalmente, el ferrocarril se construyó en diez meses y medio, batiendo el récord de rapidez en la construcción de un tren en España. El Ponfeblino se inauguró con su apertura al tráfico el miércoles 23 de julio de 1919, un día histórico para El Bierzo y Laciana. Resulta sobrecogedor imaginar las vidas de todos aquellos hombres, mujeres y niños que estrenaron los vagones de un ferrocarril que 100 años después seguiría siendo historia viva de nuestra tierra.
La vida del Ponfeblino
Aunque el fin de la Guerra mejoró la escasez de recursos en el país, la línea del Ponfeblino siguió transportando carbones propios y de otras explotaciones mineras, así como pasajeros, mercancías en régimen de paquetería y correo. Desde el inicio existieron dos trenes de viajeros, aunque más adelante se añadirían otros dos. Por un lado, el ‘mixto’, que salía temprano de Villablino y llegaba a Ponferrada a las 09:00 horas. El trayecto a la inversa partía por la tarde con un horario que variaba según la época. Por otro lado, el ‘correo’, que iniciaba su camino desde la capital berciana a primera hora, mientras que el sentido contrario lo hacía a mediodía.
El tiempo pasó, la sociedad avanzó y, con ella, también lo hizo la industria. Los últimos días de esta máquina de hierro e historia fueron más bien un reclamo turístico por tratarse de uno de los últimos ferrocarriles que funcionó con máquinas de vapor en el continente. En el año 1979 desapareció el tren ‘mixto’ que transportaba viajeros y el 10 de mayo de 1980 el tren ‘correo’ hizo su último trayecto de Villablino a Ponferrada. A las 18:05 horas la estación de la capital berciana fue testigo del fin de la tracción de vapor en los servicios regulares de viajeros de Europa Occidental.
Paradójicamente, el futuro del Ponfeblino también está encarrilado hacia el turismo. Hoy en día, la mítica estación de Ponferrada se ha convertido en el Museo del Ferrocarril. Además, sigue sobre la mesa la propuesta de retomar su trayecto como atractivo cultural. No obstante, el proyecto no ha hecho más que dar palos de ciego sin que las vías de este tren vuelvan a sentir el peso de la historia del Bierzo sobre sus raíles.
Estado actual de la estación de tren de Cubillos del Sil / Foto César Sánchez (ICAL)